domingo, 21 de diciembre de 2008

De la Generación X a la Generación Z_ space: perdidos en el espacio o en búsqueda de identidades a través de una compulsiva producción de sentido.

El presente artículo se refiere a un fenómeno más que se manifiesta en la sociedad de la electrónica: el uso de los recursos tecnológicos por parte de jóvenes que de manera anónima entablan comunicación entre sí. Trato de abordar, de manera empírica, un aspecto de la comunicación mediada por redes virtuales, que confiere a la juventud adolescente un recurso innovador y hasta ahora inexplorado, mismo que impacta en sus hábitos de comportamiento y de manera directa en la forma de interactuar, tanto en comunidades que se encuentran aisladas, como en aquellas otras donde conviven en el espacio físico social.
Sugiero una categoría para la nueva generación de personas que nacieron en una etapa de la humanidad, donde la comunicación electrónica tiene predominancia sobre la vida de millones de sujetos que cotidianamente permanecen enlazados, “conectados” a un mundo virtual, a la vez que interactúan en la realidad material: La Generación Z_ space.

¿Qué cambios representa para los integrantes de las sociedades de la llamada posmodernidad el que conformen élites que conviven de manera inaccesible a los otros, es decir, virtualmente aparte?

¿Qué transformaciones en las personalidades de los sujetos usuarios adolescentes de las redes cibernéticas pudieran presentarse al tener el poder de construir su propia realidad?


El paso del tiempo es implacable al dejar sus huellas, en tanto la sensación de que cada día transcurre más de prisa parece tener una explicación en la física contemporánea, más allá de consideraciones de índole subjetiva.
Los medios de comunicación nos refuerzan la idea de que suceden demasiadas cosas durante las mismas veinticuatro horas, además de que éstas pasan cada vez con mayor fluidez o velocidad, para desvanecerse entre una suerte de nuevos surgimientos que tienen determinado lugar y momento en el espacio- tiempo.
En esta continua aparición, ocaso y extinción de sujetos y objetos, con diferentes características de las de sus antecesores, se tienen definidas, por sus diferentes rasgos, las pautas que dan lugar a las generaciones. La última de ellas, reconocida por algunos como la Generación Y, surge a partir de la Guerra del Golfo como una generación de in pase, que sirvió de transportador para dar lugar a una nueva generación que se reconoce por nacer en un mundo dominado por la tecnología virtual: La Generación Z_ space, formada por quienes nacen un poco antes o a partir del 2000.
Esta generación confluye con élites de jóvenes adolescentes de las últimas oleadas de la generación Y; usuarios compulsivos de Internet y otras vías electrónicas de comunicación a distancia, quienes no se conciben cabalmente en el mundo sino es por medio de las posibilidades que ofrece el espacio virtual, creado por la nanotecnología, entre otras especialidades de las ciencias.
Cada vez más enfáticamente sus interacciones dependen de ordenadores electrónicos, así como de una gama de periféricos unipersonales, con los cuales establecen plataformas de intercomunicación en tiempo real o bien, a través de links que mantienen información virtualmente suspendida con libre accesibilidad.
El término Generación X se ha utilizado para referirse a las personas nacidas en la década de los años setenta. Se discute aún acerca de las fechas exactas que definen a esta generación, sin embargo, suelen considerarse rangos que van de 1963 a 1978 o de 1961 a 1980. También se ha definido como la Generación X, a las personas que vivieron sus años de adolescencia en la década de los 80, nacidos tras los del baby boom. (Baby boom es una expresión inglesa surgida tras la Segunda Guerra Mundial para definir el periodo de tiempo con un extraordinario número de nacimientos que se dio entre 1946 y 1964)
La generación Y, es la sucesora de la generación X. Incluye a las personas nacidas a partir de 1982. El término hace referencia a quienes nacieron entre 1984 y 1994, aunque finalmente se extendió esa categoría para abarcar desde principios de los 80 hasta el año 2000. A partir de entonces surge la siguiente y actual generación.Si bien las Generaciones X y Y, distinguieron a los sujetos por cierta crisis identitaria como consecuencia de la exclusión social, entre otros factores, a su vez producto del desplazamiento del hombre por la máquina y más tarde por el sistema de circuitos integrados o chips, la Generación Z_ space recupera o construye identidades a través de una compulsiva producción de sentido, en base a herramientas que evitan el contacto físico entre los interlocutores.
Las comunidades establecidas por sus propios componentes quienes a su vez operan el diseño de nuevos códigos, claves de acceso, además de ciertas reglas que se definen por el uso de un lenguaje común que es propio del space, proliferan aumentando al mismo tiempo el número de “conectados“.
Los iniciadores de la Generación Z _ space se comunican entre sí como jamás lo hizo generación alguna en la humanidad, gracias a las posibilidades cibernéticas y las variadas formas de comunicación por medio de instrumentos electrónicos que transmiten imagen, texto y sonido de manera simultánea o por separado.
Conviven, muchas veces sin llegar a conocerse, durante largos periodos de tiempo en los que narran historias cotidianas, que trivializan auxiliándose de aditamentos que producen ruidos como zumbidos, entre otros elementos que se pueden interpretar conforme a las claves lingüísticas acordadas a través de los innumerables intercambios. Ahí, en esa atmósfera, se desenvuelven, socializando ideas y sensaciones, sin que nada obstruya la confiabilidad de la comunicación (grupal o reducida a dos personas) voluntaria, espontánea, que se da cotidianamente en los distintos ámbitos socioculturales donde se tiene acceso a la comunicación con recursos comunicacionales cibernéticos u otros. Además, a una conveniente distancia de los otros o “lo otro“, “extraño” “ajeno” y por tanto potencialmente peligroso. Toda una liberación de los miedos propios de quienes se desenvuelven en los confinamientos de la realidad.
Metro flog´s, blogs, chats, cuentas personales, mensajes de texto vía telefónica, memorias de gran capacidad de almacenamiento, reproductores de audio y video, entre otros implementos que han dado lugar a un mega mercado tecnológico a nivel global, facilitan la expansión y sofisticación de los grupos pertenecientes a la Generación Z_ space, cuyo futuro es de por sí incierto, al verse inmersos en un mundo cada día más polarizado ideológicamente, donde la tecnología no ha logrado equilibrar distancias socioculturales, sino más bien lo contrario; ha contribuido a reforzar las placas que separan ricos y pobres, especialmente concebidas para alejar a los desplazados o excluidos, los indeseables. Acerca de ello, el sociólogo de orígen polaco Zygmunt Bauman reflexiona y comenta lo siguiente: “Para decirlo en una frase: lejos de homogeneizar la condición humana, la anulación tecnológica de las distancias de tiempo y espacio tiende a polarizarla".
El space o espacio virtual, absorbe un número importante de horas del tiempo de los jóvenes que se ubican más cómodamente ahí que desenvolviéndose en contacto con lo que se vive en el exterior.
Las pantallas de múltiples estilos y tamaños reciben mucho más atención que cualquier otra cosa, incluyendo la convivencia con círculos de amistades o familiares, no se diga tareas escolares.
Inclusive las famosas búsquedas para auxiliarse en trabajos solicitados por los maestros, dan lugar en ocasiones a una especie de malabarismo visual de páginas electrónicas, virtualmente intercaladas, que hacen posible manejar a discreción trasfondos de recuadros donde suelen sostenerse más de dos conversaciones a la vez. Pláticas múltiples que seguramente les provocan la sensación de que el tiempo transcurre tan de prisa que no alcanza para cumplimentar los trabajos y compromisos asumidos que dejan de ser atractivos ante la experiencia de navegar en el ciberespacio.
"Esta vivencia del poder sin territorio -la combinación, tan misteriosa como sobrecogedora, de lo etéreo con lo omnipotente, la ausencia de cuerpo físico y el poder de formar la realidad- queda registrada en el conocido elogio de la “nueva libertad” corporizada en el “ciberespacio” sustentado en la electrónica". (Bauman, 2004)
Los estudios sobre producción, impactos y audiencias de los medios de comunicación masiva tradicionales, que abarcan desde posturas apologéticas hasta amplias teorías críticas, ahora tienen nuevo material para ahondar investigaciones en esta otra etapa que ve surgir conciencias cuya característica principal es el aislamiento físico, la falta de contacto con sujetos y objetos reales, tridimensionales, para sustituirlos por las cada día más perfeccionadas imágenes y sonidos virtuales. El nuevo “paraíso” que señala en su analogía Margaret Wertheim:
"Así como los primeros cristianos visualizaban el paraíso como un reino ideal más allá de la decadencia y el caos del mundo material - una desintegración palpable en el imperio que se derrumba a su alrededor-. En esta época de desintegración social y ambiental los proselitistas del ciberespacio presentan su dominio como un ideal que está “más allá” y “por encima” del mundo material. Así como los primeros cristianos presentaban al paraíso como un reino en el cual el alma humana se liberaría de las debilidades y los defectos de la carne, los campeones del ciberespacio lo aclaman como un lugar donde el yo será libre de las limitaciones de la encarnación física". (Wertheim, citada por Bauman, 2004)
Estos nuevos comunicadores que son el medio, el mensaje y la audiencia a la vez, constituyen un número creciente de colonias en red que operan su propia realidad, dotada de escenografía y personajes, donde la trama juega un papel de carácter efímero. Es un aislamiento que no solamente se conciente sino que inclusive es dotado de instrumentos que le confieren barreras de seguridad a prueba del acoso externo.
Sin embargo, el paraíso demanda que se trasmute la realidad a su territorio para influir cada vez más en ambas territorialidades: el espacio material, reducido a “un mero terreno físico” y su dominio omnipresente en la virtualidad.
"En el ciberespacio los cuerpos no tienen influencia… aunque aquél tiene una influencia decisiva e irrevocable sobre los cuerpos (…) Ahora que el poder de dictar fallos está firmemente en manos del ciberespacio, los poderosos no necesitan cuerpos potentes ni armas materiales; a diferencia de antes, no necesitan vínculos con su medio terrenal para afirmar, asentar o manifestar su poder. Lo que necesitan es estar aislados de la localidad, que al ser despojada de un significado social transplantado al ciberespacio, ha quedado reducida a un mero terreno “físico”. También necesitan la seguridad de ese aislamiento: una condición “extravecinal”, inmunidad de las intromisiones locales, un aislamiento infalible, invulnerable, traducido en la “seguridad” de las personas, sus hogares y lugares de juego". (Bauman, 2004)
Guiados cada día más por autopistas virtuales que por la ruta del contacto directo con tutores o docentes, los bisoños cibernautas son un mundo generacional aparte:
La Generación Z_ space, nos da señales nítidas de cómo serán las nuevas relaciones de poder y dominio en el siglo del cual vivimos ya casi la primera década.
La inexistencia de la distancia borra inexorablemente los linderos territoriales, por lo que las disputas por espacios geográficos dará lugar paulatinamente a la lucha por el espacio virtual, ya se entrenan los primeros gladiadores internautas: los de la Generación Z_ space.



Bibliografía:

Bauman Zygmunt (2004) La globalización. Cosecuencias humanas. FCE. méxico. Pp 28,29.

jueves, 11 de diciembre de 2008

2009, 2010, dos años cruciales

Un gobierno que diseña y aplica su política económica únicamente en base a lo que señalan los mercados, queda en automático sujeto a ellos. Por ende, si los mercados sucumben la economía naufraga y en consecuencia la viabilidad del gobierno corre el mismo riesgo.
Eso es lo que sucede ahora en México y quizá no sea el único caso en el orbe según el impacto global del fenómeno, cuyas manifestaciones van en aumento. La semana pasada decenas de obreros, en su mayoría mexicanos y latinos, tomaron las instalaciones de la empresa que les empleaba (Republic Windows and Doors) en Chicago, al declararse ésta en quiebra debido a la suspensión de su línea crediticia por parte de Bank of America. El gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, (coincidentemente detenido horas más tarde acusado de corrupción) ordenó que las dependencias del Estado suspendieran todo negocio con Bank of América, institución que acaba de recibir como rescate una inyección de 25 millones de dólares provenientes de fondos públicos. Hasta ahora los banqueros se han negado a restituir el crédito, argumentando ser ajenos a las responsabilidades y decisiones de Republic, como si el Estado lo hubiera sido de las decisiones de la administración del banco rescatado.
La situación se ha vuelto emblemática y hasta motivo de controversia social; se han unido en apoyo gremios sindicales y figuras de peso político como el senador Dick Durbin, los representantes federales Luis Gutiérrez, Jan Schakowksy, y el reverendo Jesse Jackson. De hecho, hay un número creciente de firmas que se encuentran muy cercanas de verse envueltas en la vorágine de la banca rota. Como si fuera una reacción en cadena en ambas fronteras, compañías armadoras, editoras, comercializadoras, entre otras, anuncian cierres. La epidemia ataca con fuerza y se extiende, por lo que una vez más se pone en duda la capacidad del gobierno de Felipe Calderón para seguir al frente de las instituciones de México.
A partir de la declaración que él hace donde afirma reconocer “las primeras señales de una recesión generalizada global”, podemos advertir la lentitud de los reflejos o el afán de seguir creando optimismo ficticio en base a la propaganda mediática. Después de varias semanas de estrepitosos “cracs” que retumban en casi toda la economía planetaria, podemos suponer una falta absoluta de proyecto económico local, que pudiera proteger el ingreso y el empleo.
La abrupta caída de los precios internacionales del petróleo, aunada a la crisis especulativa bursátil que arrastra la economía estadounidense, sin que todavía se advierta algo que la pudiera frenar, son razones contundentes que no dejan lugar a dudas: se avecina una recesión económica sin precedente en México, como si fuera poca cosa la inestabilidad provocada, sobre todo por la incapacidad para revertir el efecto inercial de la descomposición del sistema en todos los órdenes de lo económico, político y social.
El presidente recién advierte las señales o las había percibido y trató de ocultarlas -lo cual sería suficiente motivo de un juicio por falsear información vital- en tanto que cierran más de mil firmas en un año, provocando la desaparición de 189 mil empleos.
El que no miente es el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) , Miguel Marón Manzur, quien da a conocer algunos datos que advierten un colapso generalizado: En el sector manufacturero se perdieron 64 mil empleos este año y dejaron de crearse 225 mil. En toda la industria se generarán solamente 150 mil plazas en 2009, el equivalente al 12.5 por ciento de las que se requieren en un año.
Sin una base social legítima, ni resultados que restablezcan algo de credibilidad, el gobierno ha mermado su apoyo. La delincuencia desatada, totalmente fuera de control penetró las instituciones hasta la médula: las hizo híbridas inyectándoles dinero y colaboradores. El hampa se encarga de precipitar la fragmentación y derrumbe del régimen, a menos que sucedan otras cosas, por ejemplo: acogerse a una junta de gobierno manejada desde Washington a través de militares y civiles de probada incondicionalidad hacia la Casa Blanca. Todo ello bajo el resguardo de las armas.
Así, el descontento popular contenido, tendería a amainar conforme a la recuperación de los mercados que, de no darse en el corto plazo, daría lugar a movimientos civiles incontrolables y desenfrenados que tendrían que ser reprimidos por fuerzas mixtas.
Por su parte la fuga de capitales conjuntamente acelera el proceso que impactará más crudamente, como siempre, en las clases de niveles económicamente bajos
Qué tan distantes nos encontramos de estos escenarios, no mucho, de acuerdo a los indicadores económicos y la incapacidad del gobierno para dar respuestas.
La dinámica electoral más próxima (2009), puede operar en dos sentidos; dar cauce legal y pacífico a los cambios de representantes conforme a los resultados de los comicios, lo cual ayudaría a distender el clima social o bien, llegar a ser el factor decisivo para un cisma generalizado.
Cualquier actitud, discurso o “acuerdo cupular”, que recuerde los delitos y trampas electorales de 2006, aplicados en contra de López Obrador, desataría en cuestión de horas una protesta masiva que pudiera paralizar el país. Dos mil nueve es un año de pronóstico difícil, por donde se lo vea.
Una derrota electoral en la intermedia significaría para el régimen su final anticipado, prácticamente no tendría más que hacer en el resto del sexenio que no fuera continuar con el desgaste, que ya parece pago de penitencias. De ahí que la tentación de poner en marcha todo el aparato del Estado para asegurarse la permanencia en el poder, sea mayúscula.
Apuesto pesos contra tostones que nuevamente AMLO será el factor central de la elección. Lo que suceda con la militancia del PRD, de aquí a entonces, será decisivo para el acomodo o desacomodo de fuerzas. Hay indicadores de una escisión masiva en la recta final o en cuanto pase el proceso (para alcanzar a acomodar cuadros) que dejaría a la llamada corriente chucha disminuida hasta la inanición. Con esa maniobra el lopezobradorismo recobraría fuerzas para prolongar la campaña hacia 2012, obviamente con el líder a la cabeza, con otra coalición y quizá un nuevo partido. En ese tenor, lo seguidores del tabasqueño tienen muy presente una misión fundamental: cuidar celosamente la totalidad de las casillas.
Realmente sería un futuro inmediato bastante positivo si llegaran a darse las cosas tan fácilmente como se menciona. Uno no deja de ser optimista, sin embargo, los acontecimientos cotidianos obligan a ver las cosas con más cautela y menos emoción.
La preguntas obligadas son en varios sentidos: qué tanto puede durar el clima relativamente estable que todavía permite que llevemos a cabo nuestras actividades. En ello el flujo del dinero juega un papel determinante. Cuánto más durará la relativa paz social. Qué harán las multitudes desesperadas, empujadas por el hambre y la carencia de todo. Hasta dónde llegará el crimen organizado. Qué o quién detendrá la fuga de dinero hacia el exterior. ¿Hay una trama diseñada, dirigida, detrás de todo esto?
En el supuesto caso del triunfo del movimiento de la izquierda que apoya a AMLO, ¿qué va a suceder con el narcotráfico, los cárteles y todo lo que está implicado y conduce directamente al sur y al norte? ¿Reducirá paulatinamente el narcopoder en base a la fuerza del Estado, políticas y programas coherentes, sin llegar a provocar sus instintos criminales? En la medida en que una sociedad se vuelve socialista se alejan las plagas como el horror del crimen organizado que tiene en el neoliberalismo su verdadero paraíso. Este es todo un tema.
2010 es simbólico y puede haber grupos preparándose para esa fecha. Esto es una simple suposición, sin embargo se sostiene por el número creciente de incertidumbre y violencia. Perder la seguridad significa para la población que existen razones de peso para apoyar el uso de la fuerza, lo cual en manos de un régimen que ha perdido la brújula, que no construyó ningún liderazgo y lo peor; desconocido por sectores sociales que son básicos para cualquier gobierno, se vuelve pólvora con estopa.
No puede haber buenos augurios para un país con su economía arrastrándose por los suelos, elevando cada minuto el número de pobres y enfermos sin atención, manteniendo los más retrasados niveles educativos que se dan en el mundo y por si fuera poco el peso del subdesarrollo, manteniendo una costosa e inútil clase política parasitaria, capaz de endosar y comprometer el presente y el futuro de las generaciones de ciudadanos, con tal de vivir del poder. Un abanico de partidos dominado por dos institutos (el tercero está convaleciente) que medran con el presupuesto y el favor de los medios de comunicación anodinos e igualmente corruptos, ahora también lucran con los capitales de las trasnacionales que les sobornan.
Ni qué bueno esperar de algo que controlan las mafias del dinero y las mafias de toda especialidad que abundan en el país; desde los cárteles, hasta los grupos de políticos y empresarios, funcionarios, burócratas, sindicatos y el propio clero henchido de privilegios, aprovechando el libre albedrío para apropiarse de las conciencias y acrecentar los ríos de dinero que fluyen hacia Roma, después de costear toda clase de lujos para los altos prelados.
El sistema social, político, económico, educativo, asistencial, con todo y el aparato en los distintos niveles, desde el federal hasta los ejidos y comunidades agrarias, se halla completamente podrido; salvo uno que otro tejido, algunos grupos de células que luchan con todo denuedo por sobrevivir, el resto se ahoga en su propio detritus.
Es que, gobiernan, deciden, ordenan, los más rapaces, en lugar de hacerlo los más capaces. Por lo que espero que 2010 sea año ciudadano y no patriotero orquestado por el cartel de los pinos y sus sucursales en los estados de la República. Es la única manera de conseguir la estabilidad necesaria que nos pondría nuevamente en el progreso.

martes, 9 de diciembre de 2008

Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Transcurrieron los nueve días de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, por lo que cabe hacer algunos comentarios después de veintidós ediciones.
Comenzó en 1987, como lo que es: una feria de libros con la presencia de editoriales y profesionales relacionados con este objeto imprescindible de la memoria humana. Al paso del tiempo, la feria de Guadalajara es probablemente el lugar que más personas reúne en el mundo con el pretexto de los textos. Además, confiere a sus organizadores la categoría de anfitriones de personalidades relevantes en diferentes campos. Ellos se codean con luminarias de ámbitos políticos, artísticos, intelectuales, periodísticos, entre otros. Sus relaciones cada día aumentan en importancia y número, siendo la feria un destino de convergencia editorial de unas cuarenta naciones del orbe.
Feria del libro, fiesta cultural o encuentro global.
El fenómeno cultural y comercial que cada año tiene lugar en la segunda ciudad más importante de México, es en realidad varias cosas a la vez, por lo que reúne verdaderos contingentes de visitantes de la más variada condición en cuanto a edades, ocupaciones y perfil sociocultural.
Se ven, en sus treinta mil metros cuadrados, lo mismo ejecutivos de las grandes firmas editoriales que artistas del momento o glorias pasadas. Los autores de libros se confunden con la gente que los hojea y compra. Surgen de pronto personalidades acompañadas de séquitos de admiradores y hasta guardaespaldas, no se diga los políticos que gustan tanto de llamar la atención cual estrellas de la Tv o el cine. Los ríos humanos que recorren los pasillos, de pronto reciben la corriente de la muchachada que acude en busca de una nota de calificación o un rato de relajo, más allá de lo que contengan esos objetos que siempre le han sido tan distantes o ajenos. En medio del barullo y las aglomeraciones, no falta la pareja joven que circula con todo y la carriola del bebé, junto con alguna de las suegras. La Fil es también familiar en el sentido consanguíneo del término.
Es repetitiva en cuanto al formato que comienza, como toda fiesta, con un acto inaugural después del cual sigue, en cada edición, la entrega del premio Fil de Literatura que antes se llamó Juan Rulfo, (por lo que el autor jalisciense fue mucho más conocido y leído. Cosa que extrañamente molestó a la familia que registró como marca el nombre que no pudo registrar en más libros, en fin, la parentela del escritor promovió con todo y juicio, exclusivamente el legal, la retirada del ilustre nombre, para guardarlo probablemente en el arcón de los recuerdos bajo el manto de polvo del olvido). A continuación se corta el listón y el tumulto inunda los pasillos en cuestión de minutos, después de dar paso a una comitiva de ilustres que hacen el recorrido inaugural, rodeados de reporteros que disparan incesantemente sus cámaras.
Fuera del nombre del autor premiado, quien generalmente y para fortuna de las letras contemporáneas, es desconocido, por tanto poco leído por la mayoría de los que leen con regularidad literatura, no hay más novedades relevantes, salvo alguno que otro título de los consagrados.
Precisamente uno de los grandes méritos de este festival de la cultura consiste en haber llevado autores a los lectores y éstos a quienes escriben cosas del mundo de una manera que deja huellas imborrables de las que todos desean al menos una copia. Juan José Arreola, Nicanor Parra o Eliseo Diego, Nélida Piñón, Monsiváis y todos los demás junto con el de ahora: Antonio Lobo Antunes, han sido más leídos y traducidos después del Premio de literatura hispanoamericana y caribeña que promueve cada año la Universidad de Guadalajara en el marco de la Feria Internacional del Libro.
Las figuras y respectivas obras de García Márquez, Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis, son como parte del mobiliario anual que se instala para deleite de varias centenas de miles de visitantes.
Cada año tiene dedicatoria para determinado país o región, lo cual pone el mayor acento entre todos los que lleva en su escritura el evento, al menos esa es la intensión de los organizadores. Gracias a esta estupenda idea, se nos han quedado notas imborrables de la presencia de Brasil, Cuba, Nuevo México o Barcelona, entre otros países y regiones que respondieron a la invitación con fondos editoriales que exhibieron con toda gala de recursos en el marco ferial.
Ahora se dio la excepción con la gris presencia del pabellón o stand italiano que no cubrió la expectativa, según comentarios de los visitantes. Tal vez los europeos consideraron algo muy tropical y ahorraron esfuerzos, se vinieron “en traje cómodo”, toparon con un evento donde circulaba gente de apariencia tan variada, como garante de que sabían lo que buscaba y eso es precisamente libros y todo lo que gira alrededor. A la próxima, dentro de tal vez unos veinte años. Si no es que medio siglo. ¿Seguirá para entonces la feria?
La mayoría de los críticos acérrimos o detractores de la Fil, que circulan información en los medios de comunicación o pasillos, cuestionan el asunto del autofinanciamiento, como si se tratara del rendimiento de cualquier empresa comercial o la plusvalía que representan los bienes raíces. Una sociedad tan poco acostumbrada a percibir los beneficios que se desprenden de los libros, donde se han desenvuelto tanto los periodistas como otros actores que intervienen en la opinión pública, tiende a tasar el valor de lo que ve en términos de costo-beneficio exclusivamente económico, de tal suerte que les es igual el resultado de un partido de las Chivas, en cuanto a las ventas de la taquilla, que un concierto de Maná, la construcción de un centro comercial, la Feria del libro o el Festival de Cine. Todo puede caber en el mismo cazo y me parece que no es el caso. Los gastos en educación, libros, alta cultura o diferente cultura, bellas artes, artes populares, ciencia, investigación, desarrollo tecnológico, debieran ser a fondos perdidos por las altas ganancias que representan para cualquier sociedad urgida de salir de sus atrasos y disfuncionalidad, como la nuestra.
Deben sentirse satisfechos los del comité organizador, la vigésimo segunda edición salió de lujo.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Ni chuchos ni rotos

Muchos creímos que durante los meses que se vivieron previos y posteriores a las fraudulentas elecciones de 2006, vimos lo más descompuesto del sistema político junto con sus protagonistas: personajes inflados de soberbia cuya inmoralidad pensé que era insuperable, hasta que exhibió sus credenciales el tristemente célebre chuchismo que pasará a la historia como una de las corrientes más abyectas al poder capitalista que desintegra al país.
Dejan a López Obrador porque lo conocen y saben que de llegar al poder no lo compartiría y mucho menos utilizaría el aparato de Estado para que sus allegados se cobren con creces, como se acostumbra hacer con el presupuesto. Usos y costumbres de la política mexicana desde siempre.
Lo peor del clan presumiblemente revolucionario y democrático, es que hace alianza con quienes han tratado por todos los medios de borrar de la realidad todo lo que tenga que ver con López Obrador, lo cual significa hacer la guerra al pueblo comenzando por empobrecerlo más.
Andrés Manuel es el símbolo de los oprimidos, aunque suene retórico. Lo seguirá la gente que jamás ha sido tomada en cuenta más allá de esquilmarla con impuestos injustos o los necesarios votos para continuar exprimiendo los recursos humanos y naturales. Los pobres y no tan pobres pero con sentido común están con él.
Mucha gente es consciente de que los capitalistas sin escrúpulos, el clero que anda por los mismos pasos y los políticos de la corriente del conservadurismo reaccionario, han conformado algo semejante a un poderoso cartel.
Hacia allá se inclinaron los representantes “aiga sido como aiga sido” del PRD. ¿Sirve para algo honesto y justo con la sociedad este instituto político? Yo soy del parecer que solamente sirve a los intereses de los que tienen a México en esta letrina.
La mañosa telaraña de reglas y candados con la que está armado el entramado legal para la participación política no deja opciones. Los políticos, al menos el 99 por ciento, están en el oficio por dinero. De manera que renunciar a la plata no es algo que esté en sus principios más bien propios de mercenarios o vagos oportunistas de arrabal. Tahúres de la política.
Ellos han descarrilado a México. De su perversidad surgen las fisuras por donde la mafia penetró al Estado hasta ponerlo a su merced. Los huecos dejados por la ineptitud y la corrupción de los políticos de todos los partidos y filiaciones, principalmente los que han gobernado, sirvieron para que se incubara este cáncer social que se expande.
La falta de un programa de gobierno auténticamente social y personas para encausarlo y defenderlo es lo que nos mantiene en postración perpetua.
Es una actitud demasiado cobarde y pusilánime dejar de apoyar a un político cuya lucha está comprobada a favor de los intereses del pueblo. Sus movilizaciones y discursos han motivado la defensa de derechos ciudadanos, ante las fuerzas ciegas del mercado que coartan la subsistencia de los más desprotegidos que son mayoría.
Se vive un momento crucial, en enorme desventaja las clases sociales deprimidas se juegan con el líder lo último que les ha dejado una vida de pobreza y angustias. Creen todavía que el movimiento contiene elementos que pudieran librarlos a ellos o a sus descendientes, de este sistema opresivo totalmente insensible ante su condición. En medio de esta batalla abandonan las filas quienes pensamos eran valientes y estaban hechos de una pieza, gente que sumada podía inclinar la balanza a favor del pueblo. Resultaron marionetas del poder de los capitalistas y clérigos; se mueven y bailan con la musiquita que les pusieron de fondo. Los hilos que los manejan les extienden sus manitas que piden borrar cicatrices y unirse en la constelación de estrellas que luchan por México desde algún set de Televisa, blandiendo listones rosas y blancos. En lo que paró el PRD, sólo en México se dan estas paradojas y golpes bajos de la suerte.
Andrés Manuel no está sólo aunque se rajen éstos que le mueven sus colas al pelele. Algo tiene que surgir, un nuevo oxígeno que perfile el movimiento a distancia de los detractores y complotistas. La crisis económica y social que cada día se endurece se encargará seguramente de alimentar las fuerzas que más temprano que tarde acabarán por romper el muro.

Por la cuarta República seguimos los que estamos.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Depredan tortugas marinas en playas de México

Con la policía y el ejército concentrados en la extraña y sangrienta guerra contra o a favor de delincuentes de toda laya, las tortugas marinas sufren del vandalismo de la gente que saquea sus nidos. Nadie cuida de esta actividad atroz que amenaza las especies de quelonios.
Pasé unos días con mis hijos en Maruata, una playa michoacana que todavía hace una década era un paraíso, antes de que la descubrieran las muchedumbres que arriban hasta en camiones de redilas, para llevar el ruido de sus bocinas con la insufrible música de las bandas que me parece que las han de contratar en el infierno para tormento de los que se van para allá. Tienden sus casas de campaña en medio del ruido y el alcohol que circula a raudales. Da mucho coraje ver en la arena las botellas rotas que deja esta horda de salvajes que lamentablemente se multiplicaron en México como lombrices de tierra, gracias a la propaganda de la paridera mexicana con insignia vaticana. Si se lograra hacer realidad el sueño utópico del cambio en el país ¿qué hacer con esta gentuza?, ¿cómo reeducarla, con qué recursos y métodos quitar las taras?
Vimos unas cuatro enormes tortugas haciendo el nido en la madrugada, evitamos molestarlas y nos mantuvimos a cierta distancia que gracias a la luz lunar nos permitía ver los contornos de sus caparazones. Ayudamos a una de ellas a regresar al mar cuando terminó de desovar y cubrir el nido de arena.
Temprano regresamos al lugar y recorrimos la playa donde vimos muchísimas huellas de tortugas y nidos: todos saqueados con evidencias de cuatrimotos que dejaron sus rodadas dibujadas sobre la arena. Alguien se fue en la noche en estas máquinas para robarse los huevos de las tortugas. Hasta escuché las confesiones de un pescador que reposaba en su hamaca, un tipo chimuelo que le comentaba a su compañero que cuando no había raza se chingaba los huevos y las tortugas.
En la playa existe un campamento abandonado que muestra letreros donde se anuncian programas oficiales de protección a las tortugas. Una burla más de las autoridades mexicanas bastante ocupadas en hacer negocios al amparo del sexenio del fraude.
También los animales padecen los estragos de una clase gobernante sin escrúpulos ni talento para llevar la alta responsabilidad del Estado.
Qué girones de país deja Acción Nacional; una verdadera acción destructiva y peligrosamente empobrecedora de la mente y la economía de los gobernados.

Carta a Emilio Azcárraga Jean

Emilio:

La fortuna puso en tus manos una de las empresas de medios de comunicación más grandes del mundo. Construida, en parte, gracias a las inconsistencias y fallas del sistema político mexicano y al auge de la era de las comunicaciones. Una industria privada, influyente, monopolista, que ha penetrado en los imaginarios de la colectividad por más de medio siglo. Cargada de ideología, trabaja políticamente a favor de sus intereses lo mismo en los lobbies como a través de la pantalla. Es un poder más en México que rebasa con mucho a otros más pertinentes y benéficos para a sociedad.
Estas son solamente opiniones personales que enriquezco con otras que escucho de la gente o leo en los textos que publican reflexiones sobre tu televisora. Abundan en crítica y no pretendo con esta misiva abonar más en este sentido. Supongo que entre tus asesores hay alguno que pueda ser honestamente autocrítico.
Lo que me motiva a escribir es otra cosa: hoy recibí de manera personal y directa, la queja de un padre que tiene un hijo con diferencias físicas y fue utilizado y engañado por el nefasto Teletón. Me platica que condicionaban la atención médica de su hijo a que fuera la familia a recetarse los espectáculos de Chabelo y Tatiana. “Si no asistía le quitaban su lugar”. Esto me lo dijo muy indignado y dispuesto a ratificar su amarga experiencia del pasado. Para prevenir a otras posibles víctimas.
Pobre gente. A tu consorcio no le parece suficiente cosechar fortunas gracias al pueblo que se mantiene cautivo de tu mercancía. Has vendido su atención a la pantalla a precios exorbitantes y ahora también tus empleados dieron con una idea que lucra con el sufrimiento de los más pobres. Esto es inadmisible.
Ya es hora de que seas consciente del daño que Televisa hace a los mexicanos. No tan sólo son capaces tus vicepresidentes y locutores de sabotear procesos que intentan ser democráticos y encubren políticos corruptos para presentarlos como una más de sus estrellas, sino que tu empresa se asume como instancia de “asistencia social”, tarea que el inútil Estado mexicano ha abandonado, con la idea de allegarse más recursos de la gente que todavía cree en las bondades de un proyecto eminentemente mercantil. ¿No siente algo tu consciencia al utilizar en tu provecho las razones de la naturaleza que causan infortunio a niños y padres?
Las elites del país frívolamente pretenden paliar con dádivas lo que su sistema de privilegios ha corroído de los sectores más paupérrimos. La mano que realmente se tiende en auxilio del prójimo, no necesita reflectores, cámaras y parafernalia de actrices. El bien es anónimo, discreto y cargado de amor.
Qué tristeza sentí por el humilde padre engañado por este tinglado tan parecido al delincuencial redondeo, donde los comerciantes esquilman millones.
Lo que hace tu empresa disfrazado de beneficio, es en realidad una pantomima para atraer capital a costa de vender el drama humano que padecen tantos diariamente. Emilio Azcárraga, ya basta.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Confirman la turbulencia

La grabación conservada en una de las cajas negras del avión siniestrado en la ciudad de México confirma lo que escribí en este blog informativo y transmití en el programa “A Ciencia Cierta” el sábado anterior. La causa del accidente aéreo fue precisamente la turbulencia producida al paso del enorme Boeing que precedió al Learjet cuya caída ocasionó la muerte a catorce personas.
El piloto que me concedió la entrevista por vía telefónica acertó en su opinión sobre lo que pudo provocar el accidente: La turbulencia de la estela que dejó el enorme aeroplano que pasó primero, en combinación con algo de impericia por parte de los pilotos que fueron sorprendidos por la sacudida.
Los segundos de enorme dramatismo quedaron grabados. Prácticamente quedó resuelto el caso.
La tesis del atentado se desvanece ante la evidencia. Encontré muy pocos artículos que dijeran algo cercano a la verdad. La mayoría se fueron por la especulación originada por el entendible estado de escándalo y crispación en que se encuentra la sociedad.
El periodismo, si queremos llamarlo así, ha de conservar la distancia necesaria para no respirar el aire viciado del rumor especulativo. Hasta mis colegas más experimentados se fueron con la sombra del narco. Es de entenderse su emoción, sin embargo, erraron y esto en la profesión equivale a fallarles a los lectores. Es darle más vuelo a la confusión. No es admisible en un periodista, pero ya se nos hizo costumbre creer a priori lo que sea y de ahí que los informantes no se demanden a sí mismos más esfuerzo profesional. Le hacen más caso a la intuición que a las fuentes primarias.
La opinión de los expertos tiene mayor peso que las suposiciones de los que se interesaron en el caso, porque estaban por ahí de casualidad o cumpliendo alguna tarea. Tiene más sentido averiguar que piensa del accidente el que está expuesto a ello diariamente, que buscar en el clamor popular alguna clave.
El colmo fue un periodista que vio “diesel derramado”, como si el avión llevara motores de tractor o barco. Lo mismo ocurrió con un piloto bastante joven que no sabía de la existencia de la caja negra de voz y según él “algo derribó al avión”. No faltaron historias de luchas en la cabina, suicidio y aparatos sofisticados para manipular los controles a la distancia.
En estados de catarsis como el que se vivió tras el accidente, la imaginación es capaz de fabricar las historias más estrambóticas con la seguridad de que muchos lo creerán literalmente a ciegas. Todo se vuelve un ir y venir de mensajes que van de totalmente absurdo a lo medianamente cierto. Preferimos verdades cómodas en lugar de correr el riesgo de encajarnos una espina por buscar lo cierto.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Turbulencia de estela: Una posible causa del desplome del Learjet donde perdieron la vida los funcionarios del gobierno de México y civiles

En reciente entrevista con un piloto de aviación comercial que tiene más de veinticinco años de experiencia en vuelos sobre la ciudad de México, me fue proporcionada información muy importante para tener en cuenta sobre este acontecimiento que ha causado tanto impacto en la vida política del país.
El capitán entrevistado prevé que en los próximos días el Aeropuerto de la Ciudad de México (el Benito Juárez, aunque no les guste a las autoridades) volverá a estar en entredicho por una posible causa del accidente, que muchos dan por atentado. Así anda la crispación y no faltan razones.
La causa de la caída del avión donde perdió la vida Juan Camilo Mouriño y demás personas, pudo ser un fenómeno que en aeronáutica se conoce como “turbulencia de estela” y consiste en el remolino, en este caso dos gigantescos remolinos de aire, que se forman al paso de los aviones.
El Lear Jet de nueve toneladas de peso enfrentó un turbulencia que despidió un minuto antes (así estaba el tráfico) un jet 967 de Mexicana de Aviación que venía de Buenos Aires y cuyo peso es arriba de ciento cincuenta toneladas.
El enorme avión que tenían por delante a tres y medio kilómetros los pilotos del aparato siniestrado, dejaba en el camino una fuerza de vientos en rotación (dos tornados horizontales) que pudieron ponerlos literalmente de cabeza. Como ir en balsa detrás de un barco. O como lanzar un avión de papel contra el ventilador.
Si no se lleva el control en al menos una mano (en la columna según la jerga de los pilotos) una turbulencia súbita puede sorprenderlos y si no están muy lejos del suelo, con resultados fatales como el acontecido en la ciudad de México.
Me confió el piloto que a él le ha ocurrido lo mismo en dos ocasiones exactamente en ese punto. La turbulencia del que iba por delante no puso su avión totalmente de cabeza, pero sí fue ladeado bruscamente y llevó unos instantes valiosísimos recuperar el control y la posición, que son dos cosas diferentes que llevan su tiempo y su método, cada una.
La maniobra de aproximación y enfilamiento para el aterrizaje me la describe así: Los controladores aéreos del aeropuerto capitalino, detectan en el radar las aeronaves que en número considerable llegan constantemente, cuándo éstas se ubican a cincuenta millas de la ciudad de México.
Según el tráfico son acomodados y orientados (rumbo 160) para aterrizar en fila después de un descenso controlado que reduce su altura de los 11 mil pies a unos nueve mil.
Cuándo los aviones pasan por el Radiofaro de San Mateo, (un punto de referencia) en el Estado de México, siguen 9. 2 millas y viran por la izquierda al rumbo 052 que es el de la pista del aeropuerto que les van a asignar. De ahí recorren cinco millas descendiendo unos ocho mil ochocientos metros hasta el controlador exterior de un edificio ubicado en Xola e Insurgentes, prácticamente al tocar tierra.
Según los datos que se tienen, se le pidió al piloto reducir la velocidad hasta los 160 nudos, unos trescientos sesenta kilómetros por hora y así se mantuvo hasta que se perdió de vista en el radar faltando unos cuarenta y cinco segundos para su aterrizaje.
Es muy probable que el golpe de aire dejó al Lear jet de cabeza y con la nariz apuntando al suelo, que le quedaba a sólo ochocientos metros. Lo primero que trata de hacer la tripulación es recuperar la vertical. Aquí se pueden perder unos seiscientos metros y estar prácticamente frente a los edificios. Todo esto puede llevar entre diez o veinte segundos, no más.
Si el piloto alcanzó a hacer alguna maniobra, ésta pudo haber sido tratar de recuperar altura, después de hacerse del control, sin embargo, la falta de zonas claras para evitar la colisión no les permitió salvarse.
La turbulencia de estela es una explicación bastante lógica y sustentada que pudo ser la causa de este hecho trágico.
De comprobarse esta hipótesis, se confirmaría la elevadísima peligrosidad que representa el Aeropuerto de la Ciudad de México para los pasajeros, tripulaciones y habitantes.
Por fortuna y asombrosamente, no hubo más pérdidas dado que la zona donde cayó la aeronave y el horario en que ocurrió, son factores que elevan potencialmente la posibilidad de haber causado mucho más víctimas. Es un lugar repleto de centros de actividad y era una de las llamadas horas pico. Qué bueno que no hubo más daños humanos.
Los expertos abundarán seguramente con más datos que en los días venideros estarán en circulación, una vez que revisen en un centro especializado en Washington las dos cajas negras de la aeronave.
Añado a la información que surja estos comentarios de un experto piloto y asesor en aeronáutica civil.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una noche para la historia

Esta noche del cuatro de noviembre de dos mil ocho, será significativa para varias generaciones de estadounidenses y también para muchos otros de diferentes nacionalidades que en variadísimas formas mantienen vínculos con este país imperio que marcó, como ningún otro, la historia contemporánea.
Ha sucedido algo insólito e inédito en Estados Unidos de Norteamérica. El pueblo volteó la página que dejó atrás, para siempre, el tabú racial que tanto ha pesado en la conciencia y el corazón de millones de almas.
Washington, Franklin, Lincoln, Polk, Taft, los Rossevelt, Jhonson, Kénnedy, Nixon, Cárter, Reagan, entre tantos otros jefes del gran tótem norteamericano, voltean seguramente admirados de lo que logró este hombre instalado en el ánimo de millones de ciudadanos que literalmente se le entregaron, convencidos de que su presencia en la Casa Blanca ayude a cambiar las cosas.
Exactamente hace cuarenta años, un luchador semejante cayó asesinado por defender los derechos humanos en su país: Martin Lúter King. Ni siquiera ha transcurrido media centuria de que los negros eran considerados por los blancos como ciudadanos de clase inferior, por lo que constantemente recibían humillaciones y todo tipo de acoso o maltrato físico y psicológico: el tristemente célebre apparteid.
Qué decir “eran”, si hoy en día en EU el color de la piel es uno de los elementos presentes en la cotidianidad cultural y esquemas mentales que marcan el modo de vida de los ciudadanos. Es una asignatura que tiene aún mucho trayecto por delante.
La humildad de Barak Obama, revestida de un aura de decencia y experimentada lucidez, todavía siendo bastante joven, enfrentaron a la arrogancia y frialdad de los naipes de Bush, finalmente pulverizados por multitudes que en estos momentos festejan con tan singular entusiasmo, que de hecho marcó un hito; no existe un antecedente semejante. Alrededor de ciento cuarenta millones de votantes participaron en una elección que ya se inscribió entre los hechos que definirán el siglo presente. La mayoría de ellos rebosan de alegría. Ganó la posibilidad de allegarse algo que anhelan con vehemencia y esperanza.
Desde los primeros instantes del triunfo, el nacionalismo comenzó a hacer ebullición en las masas que frenéticamente manifiestan su júbilo. Qué interesante sería saber qué pensamientos acuden a tantas conciencias reunidas en una celebración con muy pocos precedentes en la vida de ese país. Como si hubiese sido declarada una vez más el Acta de la Independencia.
La llegada de Obama al máximo escaño del gobierno, cimbra de significado toda la historia que ha transcurrido como nación independiente. Tiene que ver con el atroz esclavismo sufrido por tantos durante varias centurias. También nos proyecta al relieve de otras cotas, como las enormes deudas morales que tiene Estados Unidos con la humanidad.
La maquinaria sangrienta en la que fundamentaron siempre buena parte de su progreso, es un saldo en contra que ni siquiera otros presidentes negros, japoneses, coreanos, vietnamitas, irakíes, alemanes o mexicanos, pudieran resarcir.
Han asesinado tanto por sus fines, provocaron tanta desolación, que difícilmente se les verá como nación verdaderamente hermana. De ahí que la gente, el ciudadano común norteamericano que piensa que no tiene nada que ver con la guerra, busque sacudirse el estigma que le fue impuesto por las circunstancias. Es demasiada carga injusta para un pueblo que ha conquistado tantos bienes para sí mismo y para la humanidad. No ven más razones por las cuales llevar a cuestas el costo de aquello que no fue en su beneficio. Los que organizan el negocio, como siempre, se llevan las ganancias y comparten las culpas o daños materiales o espirituales que se pagan en precio: por aquello del bienestar social, la seguridad y demás quimeras que se borran del cielo rayado y estrellado con rapidez preocupante.
Por eso la gente se desborda al ver abrirse la compuerta que guardó por tanto tiempo la doble moral característica, usada para convencer de que el poderío militar es el único camino posible para alcanzar los ideales.
La verdad es que la gente, hastiada del horror que producen los poderosos, prefiere la opción de elegir a quien jamás se hubiera pensado llegara a gobernar. Uno diferente a lo que ha sido siempre la línea ideológica que es para el anglosajón algo así como su seguro de vida. Los blancos con los blancos y los negros con los negros y siempre los blancos decidiendo lo más importante y por ende quedándose con la mejor parte del libreto.
Las trasnacionales seguirán siendo como corsarios modernos que arrasan naciones completas y los bancos continuarán sus esquilmos. Las visas y permisos para trabajar o ingresar al país, continuarán como lo que son hoy: un objeto de alto valor sólo accesible a pocos.
Miles de años de sistema acumulativo, especulativo, eminentemente materialista, no van a sufrir ni una raspadura por el triunfo de Obama. Sin embargo, los acontecimientos previos a la elección ya pusieron a pensar a muchos en la posibilidad de darle vuelta a la ruleta para apostar a otras cosas: nuevos sistemas políticos y sociales híbridos con mayor apertura y participación. Distintas hélices para que impulsen las naves.
El cambio. Se habla tanto de ello lo cual es síntoma de la inconformidad de la gente hacia sus niveles o estilo de vida. Se ha descobijado un sistema de merengue donde todo puede derretirse o volarse como confeti, según lo que experimentan tantos que lo padecen. Eso sí, suficientemente engrasado con golosinas de toda índole que se pueden alcanzar como peras en el árbol. Así han esperado tanto. Su vida es un interminable talk show.
La máxima ganancia de la jornada es precisamente la respuesta ciudadana. La explosión humana rebasó cualquier expectativa y esto nos habla de cuestiones más profundas que el deseo de ver a un gobernante rojo o azul en la Casa Blanca.
La conciencia apunta en una dirección mucho más transparente y vertical que los intereses del mundo financiero. Se encendió una flama entre millones de almas para que la humanidad sea algo distinto porque no resulta benéfico lo actual.
Auguro un contagio universal en el orden solidario e integral, incluyente y hasta fraterno, que está en la mayoría de los seres humanos. Que sea este el orto de la era colosal que abrace a todos los pueblos como uno sólo sobre la tierra.
Las grandes transformaciones de las sociedades que ha formado la especie a través de su existencia, comenzaron un día o una noche, hoy seguramente nos tocó atestiguar uno de esos inicios, es una noche para la historia.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Vicente Fox y la cárcel

Si en México hubiera la justicia mínima indispensable que requiere la democracia, el ex presidente Vicente Fox estaría en la cárcel. Ningún otro sitio se haya tan a la medida de su carrera delictiva.
Entre sus fechorías más notorias se encuentra el engaño a millones de ciudadanos que le apostaron a un cambio democrático y recibieron de forma contundente un retroceso en todos los órdenes sociales y económicos que pusieron a la nación en una seria catarsis.
En lugar de gobernar este ladrón se dedicó a enriquecerse junto con su familia y amigos. La familia Fox-Sahagún abusó del poder de una manera por demás inmoral y por supuesto ilegal. Sus propiedades que envidiaría un sultán y la vida de magnates que llevan estos nuevos ricos, lo prueban.
No tan sólo denigró la imagen del país con su arrogante ignorancia, también inició la época de los saqueadores modernos que con una mano se persignan y con la otra saquean.
Jamás se habían visto los niveles de latrocinio y absoluta incompetencia gubernamental que observamos desde el arribo o canje que hizo Acción Nacional por la presidencia.
Y todavía el cínico que nadie logra callar tiene la desvergüenza de agitar las aguas, escupir encima de todos con su verborrea de bravucón de arrabal. “Qué idea genial partirle el queso a Andrés Manuel López Obrador”. Estas palabras muestran a un auténtico desquiciado que insólitamente gobernó México.
Un tarado iletrado enemigo de los libros y del periodismo. Un enajenado frívolo con vocabulario de arriero; un vil sujeto atrabiliario que se excede en todo menos en la lucidez. Eso y mucho menos es Vicente Fox. El que no para de batir la lengua bífida, Un tonto que presume botas en los pies y un vacío en la cabeza.
La moral que según esto les enseña su religión se la pasan por el arco del triunfo a la hora de ocupar los cargos donde no pierden tiempo en dar cuenta de los fondos. Nunca vi gente semejante que puede ser tan mezquina y al mismo tiempo no perderse una misa. No se en qué manos cayó el país, pero puedo apostar que Satanás las tiene más presentables.

viernes, 24 de octubre de 2008

¡Cállate pendejo!

¡Cállate pendejo! Alguien gritó desde las filas de policías que acompañaban la ceremonia fúnebre de los últimos tres compañeros asesinados. La voz tenía destinatario: el desacreditado Emilio González.
Justamente cuando dirigía una perorata muy en su estilo de decir quién sabe qué cosas a base de un rebuscamiento verbal casi ininteligible, pero suponible según el esfuerzo de interpretación de los que tienen que escucharlo, se oyó esa orden indignada.
Horas antes el gobernante jalisciense había tratado de dar a entender que la sangre de los policías es una especie de abono que se derrama para que literalmente florezca la paz. A nadie le cayó en gracia el dislate. Habla de cuotas muy altas que han de pagar quienes enfrentan en crítica desventaja a los peores delincuentes. Gente que topa con una malignidad que supera cualquier escenario de crueldad y sadismo que hubiéramos imaginado.
Un policía se atrevió a decirle de viva voz y en público –aunque guardando el anonimato- lo que debieran hacer él y otros individuos emanados de la derecha persignada que de alguna forma se hicieron gobierno: callarse y mejor dedicarse a lo que más bien es lo suyo: el proselitismo católico y la multiplicación del dinero para sus bolsillos. Pero eso sí, que por favor lo hagan al margen del erario y dentro de la ley. ¿Lo aceptará el Yunque?
Si este gobernante tan mentado por los periodistas, no quiso escuchar a los entendidos en argucias de la política, si es que ha tenido alguno cercano, cuando quizá le recomendaban atemperar sus rollos de muchacho fresón, atildado, que no sabe ni lo que dice, ahora con mayor razón está obligado a cerrar el pico.
Sus expresiones, por lo regular ocurrencias propias de un mal cómic, hacen del idioma un papalote y del respeto a la moral de los demás, algo desechable: ¡me vale madre! “Es más, -perdón cardenal-… ¡Chinguen a su madre!”. “Les voy a dar unas chelas (además del condón) para que se vayan al hotel”. Todas estas joyas del gobernador ejemplifican la vulgaridad hecha régimen que comenzó desde los periodos de Alberto Cárdenas y Vicente Fox. Tipos empeñados en lucir su educación cerril que en lugar de avergonzarles la exhiben para según ellos encantar a muchedumbres ávidas de espectáculo y shows de lo que sea.
También se han visto como émulos de los fanáticos protagonistas de la guerra cristera, al rodearse de curas e inclinarse a besar anillos, entre otras prácticas rituales, asegurándose previamente de la presencia de los medios de comunicación, para que difundan imágenes de unos gobernantes supuestamente devotos hasta el sacrificio. Escenografía, histrionismo y demagogia, al por mayor. "Aiga sido como aiga sido".
Con razón les gritan e increpan, si ni siquiera el lenguaje es algo que puedan utilizar sin malas consecuencias. Mejor que se callen.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Se desploma la confianza, la economía y todo lo demás

La caída abrupta de valores accionarios e inmobiliarios en Estados Unidos ¿se explica como una maniobra más de los grandes imperios financieros para desvalijar aún más a los débiles y darse oxígeno? o, ¿es realmente el fin de la variable del sistema capitalista que conocemos como neoliberalismo?

Como siempre sucede, esta no es una excepción, alguien sale beneficiado de los males de otros. Por supuesto que el colapso de firmas arrastradas por el vendaval financiero que azota buena parte del mundo, permitirá en cambio que otras crezcan. De acuerdo a esta lógica la crisis no es total sino parcial: unos pierden en tanto otros ganan gracias a este terremoto capitalista, controlado desde las resguardadísimas guaridas de los “Banksters”, como los llamaba el presidente F. D. Roosevelt.

El asunto es dilucidar quiénes se encuentran de cada lado, cuánto va a costar la caída y quiénes van a costear la recuperación. Esto nos puede llevar a nuevos escenarios bélicos por la lucha del control de la riqueza mundial. Las maniobras conjuntas de las fuerzas navales rusas y venezolanas que se realizarán en el Caribe en fecha próxima, son algo más que ejercicios de rutina. Los países defenderán con las armas lo que poseen, caso que no nos involucra directamente puesto que el gobierno mexicano actúa según la línea pactada desde los despachos neurálgicos del mundo político, militar y financiero de Washington.

Ciertamente ha sido estorbada la agenda del régimen mexicano, en cuanto a dar seguimiento y cumplir con los paquetes estipulados para acelerar y finiquitar el proceso privatizador de sectores estratégicos, como lo son el energético, los sistemas pensionarios y de seguridad social, que forman parte de los últimos reductos de la estructura de las paraestatales.

Ante la movilización de grupos y la quizá imprevista negativa masiva a las iniciativas gubernamentales, el gobierno ha incrementado considerablemente los recursos destinados a los rubros de policía y ejército. Es inminente el endurecimiento del aparato judicial y militar que sostiene la presidencia, junto con sus asuntos privados. Lo mismo sucede con el discurso, según los miles de spots contratados por el Estado y las constantes amenazas emitidas por el presidente y algunos funcionarios, como el secretario de gobernación o el procurador general de justicia.
En este sentido, los mandos militares han sido mucho más cautelosos, siendo los que ponen una parte importante de las víctimas, aunque también han sido victimarios, en algunos casos por errores de logística, como lo sucedido en los retenes donde han acribillado a civiles.

La primera gran crisis económica de los gobiernos de Acción Nacional pondrá a prueba lo que evidentemente es frágil, a saber: la capacidad de respuesta para llevar a cabo planes emergentes que palien los efectos de índices inflacionarios que amenazan salirse de control. Resolver la cartera vencida de los usuarios de servicios bancarios que ya rebasa el cien por ciento de deuda en créditos al consumo e hipotecas, sin crear otro Fobaproa. Generar fuentes de empleos “extras” (como si fueran suficientes las actuales) para los connacionales que previstamente regresen de EU. Recuperar la confianza para el retorno de capitales que huyeron y continúan emigrando ante la enorme incertidumbre que priva en todos los ámbitos, desde el mundo bursátil, hasta las zonas públicas donde difícilmente puede uno sentirse realmente seguro.

Lo más probable es que este gobierno no logre siquiera uno de los puntos anteriores, no digamos devolver la estabilidad y orden indispensable para estar al menos un poco cerca del crecimiento del PIB que tienen otros países en desarrollo. (Venezuela mantiene su 7%) Los cálculos más optimistas estiman para 2009 en México un PIB de 1.5 por ciento. Esto es terriblemente grave, pésimo. Lo peor se puede esperar bajo tal escenario. De por sí es insostenible el estado de cosas propiciado sobre todo por el grupo de empresarios y políticos que se hizo de la presidencia, así que preparémonos para lo peor. Lo que llegaremos a experimentar es digno de encender todas las alertas.
El verdadero peligro para México se hizo presente, sin lugar a dudas.

¿De dónde viene este golpe? ¿Nos dejará sin el petróleo?

En un mundo donde unos viven de prestar y otros de pedir prestado, los que tienen para prestar y endeudar, invariablemente ganan.
Esta pudiera ser en resumen la axioma del capitalismo bancario que ha funcionado más o menos equilibradamente, hasta que la variante de la especulación financiera que se había combinado con la economía se desfasó; se fue por su cuenta, es decir, las finanzas se divorciaron de la economía y el mundo especulativo tomó el mando, hasta que la falta del capital generado por el trabajo y los bienes producidos (la economía real) le quitaron el sustento, por falta de fuerza (insuficiencia) y va rumbo al suelo.

A groso modo esto es lo que sucede de lo cual se desprenden otros fenómenos como las devaluaciones de monedas menos cotizadas internacionalmente, como el peso mexicano, frente a las fuertes: dólar, euro, yen, libra esterlina, etcétera.
El costo del crédito se dispara como consecuencia de este torbellino que eleva también los precios de insumos, bienes y servicios, en términos absolutos.

Las empresas que no cierren ante el endeudamiento contraído, principalmente en dólares, harán recortes porque también enfrentarán la falta de solvencia de sus clientes y proveedores que ya no estarán en capacidad de dar facilidades de pago. Se estima que desaparezcan aproximadamente dos millones de empresas en un lapso que ha comenzado a correr y llegará cuando menos hasta el dos mil nueve.

El único que queda para sortear la marea, sin que se hunda la sociedad en un mar de tinieblas, con vientos gélidos de carestía y miseria aguda, es el Estado. La política social está obligada a plantar cara ante el problema. Malo, porque en este sentido tenemos muy poco que esperar. Casi no tenemos Estado. Los gobiernos de los últimos treinta años han desmantelado corruptamente esta institución de instituciones, hasta reducirla a una llana agencia que resuelve asuntos pensando primordialmente en el interés de las trasnacionales, con las que mantiene contubernio. Esta práctica recurrente, ilícita, inmoral y peligrosa, nos llevó a una circunstancia altamente explosiva, tremendamente crítica.

En este tenor, no tenemos más que el petróleo para entregarlo sin chistar a cambio de empobrecernos más lentamente.
Esta etapa se vislumbró como un mal presagio cuando se pensaba en la posibilidad de otro triunfo, a como hubiera lugar, de la derecha, que siguió tan cumplidamente las reglas del PRI, siendo prácticamente lo mismo.

Ha sido asfixiante para la mayoría de mexicanos la condición satelital de EU, y por supuesto que los países de Latinoamérica cuyas economías están por encima de la nuestra en la clasificación del PIB, no serán tan golpeadas, principalmente debido a que ya diversificaron sus mercados, sobre todo con China y otros países asiáticos. Nosotros no; nos han convertido en laboratorios, literalmente hablando, de productos alimenticios transgénicos, guerras de narcotraficantes o grupos criminales para que se exterminen entre sí, fábricas de piratería, laboratorios de drogas, entre otras calamidades de la posmodernidad del capitalismo a ultranza en su fase neoliberal.

El panorama que es sombrío como nunca lo estuvo en la historia moderna, nos plantea al menos dos rutas: una de ellas es armarnos de valor e internarnos por el infierno al menos otros veinticinco años, para ver si funciona o no el neoliberalismo implantado; o sea, acostumbrarnos a aguantar más de todo lo que sufrimos: inseguridad, desempleo, violencia y demás consecuencias del elevado costo de la vida, a fin de que los capitalistas terminen de engrosar sus imperios y nos dejen algo para no morir.
El otro rumbo es semejante al que emprendieron los países de ALBA que prácticamente desafiaron la tutela norteamericana y buscan su propio camino, mucho más seguro y despejado, según los resultados que ya obtienen, como podemos constatar al revisar sus indicadores. Hasta han formado su banco y seguramente harán algo parecido a la Unión Europea, con moneda única, créditos, apoyo solidario y todo lo demás necesario para impulsar el desarrollo que incluya a los más débiles.

México pudo ser el hermano mayor entre el grupo de países unidos por la historia y la cultura, de haber contado con gobiernos inteligentemente nacionalistas en lugar de gerencias domesticadas, fácilmente corruptibles.

La salida, obviamente, es instaurar una república soberana y democrática. Como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda, como bien lo dijo uno de los líderes más auténticos y honestos que por fortuna ha tenido el país: Andrés Manuel López Obrador, quien, dígase lo que se diga en la prensa y demás medios tarifarios al mejor postor, es la persona que ha demostrado saber cuál es la solución y cómo arribar a un mejor destino para el país, comenzando con los más desprotegidos y humildes.

En pocas palabras; no dejemos pasar más tiempo y revoquemos el mandato al espurio Felipe Calderón. Hagamos presidente lo más pronto posible a Andrés Manuel.
Somos más y nos asiste la razón. Viva la IV República, Viva México.

Por favor todos los contactos hagan un acto por el país y circulen toda la información que puedan para decir a quienes tengan por ahí, que llegó la hora de sumar a la lucha pacífica que encabeza este representante popular la participación de todos los ciudadanos.

No es conveniente permanecer pasivos y esperar a ver qué sucede. Las cosas se vienen serias, el presente inmediato y el futuro están en el aire, como una moneda lanzada por manos sucias.

domingo, 5 de octubre de 2008

No queremos un museo taurino

Me acabo de enterar a través de la prensa que el ayuntamiento de Guadalajara aprobó por decreto una iniciativa presentada por la regidora María Estela Arizmendi Bombona, para que la ciudad cuente con un museo taurino.
Me parece una pésima decisión que va a destinar recursos de los ciudadanos en algo que ni siquiera se nos consultó, es más; ¿A quién le beneficia un lugar de esta naturaleza a no ser que a un puñado de seguidores de esta práctica por demás cruel?
Yo hago votos porque se prohibiera esta “fiesta” anticuada que heredaron los españoles entre otras calamidades. Conozco mucha gente, sobre todo jóvenes que están de acuerdo conmigo. ¿Por qué el ayuntamiento fomenta semejante aberración en lugar de crear un museo del transporte o de las ciencias, infinitamente mucho más útiles y necesarios que este disparate. ¿De quién es esta ocurrencia, a quién busca beneficiar y qué clase de regidores tenemos que les importa un bledo que el pueblo siga igual de atrasado en todos los órdenes?
Las naciones civilizadas prohíben la práctica de ésta salvajada y en México las autoridades le dedican un museo, en pleno siglo 21. Qué vergüenza.
Como ciudadano tapatío protesto y me opongo enérgicamente a que se gaste un peso del dinero público en un lugar que nada tiene que ver con una sociedad que debiera crecer en armonía, en sus aspectos intelectuales, materiales, culturales y espirituales.
Estamos colmados de violencia y nuestras autoridades reman a contracorriente por ignorantes o porque les pagaron para que les pase de noche el fomento a la violencia contra los animales, en una de las formas más viles y arteras, como lo es este cruel recuerdo del circo romano.
Si quieren los taurinos o como se llamen, contar con un lugar para exhibir extremidades disecadas de animales, cornamentas, cabezas y los leotardos adornados que les llaman “trajes de luces”, que lo hagan con su propio dinero y digan dónde, para no acercar a mis hijos por ahí.
Qué ya nos dejen en paz los gobernantes con tanto descarado proyecto que no sirve para otra cosa que los amigos y compadres vean cristalizadas sus ocurrencias y caprichos.
Circula por favor este comunicado y no dejes que nuestro dinero se invierta en esta fiesta de morbosos, ávidos de sangre, que gozan el espectáculo de la agonía de un animal indefenso, sacrificado en medio de alaridos.
Ya basta de que estos estúpidos gobernantes se la pasen gastando el dinero en halagarse a sí mismos. Digamos NO a este museo de retardatarios culturales.
Que los regidores se pongan a pensar y atiendan lo que verdaderamente necesitamos los ciudadanos. Basta de incongruencias y despilfarros de recursos.
www.carlosvillaguzmán.blogspot.com

jueves, 2 de octubre de 2008

¿Cómo librarse de los gobernantes?

Los que hablan de soluciones en México en realidad son el problema. El gobierno anuncia hasta la saturación mediática –es lo único que ha hecho hasta ahora, aparte de poner al país al borde del descontrol total- que pretende abatir la inseguridad y la delincuencia, cuando son precisamente los constantes yerros oficiales los mayores responsables del pésimo clima social que padecemos.

Los llamados cuerpos de seguridad nacieron o se convirtieron en semillero de criminales que forman sus propias bandas o surten a otras. Se trata de desertores e inclusive elementos en activo, que se introducen a los engranajes de la maquinaria del crimen organizado.

La legalidad no es algo que pueda presumir el gobierno, al contrario; los representantes entran o salen de los cargos en medio de señalamientos y denuncias a causa de la falta de probidad con la que llevan a cabo las tareas de Estado. Nada sucede después; son intocables, inmunes a la justicia. Fox es un millonario más, junto con su familia, gracias a seis años que le permitieron acumular la ilegal fortuna que poseen.

Se nos ha hecho costumbre como ciudadanos despotricar y discutir -hasta que se nos pasa la adrenalina- acerca de todo este gran circo de pesadilla que es el aparato federal, constituido en una agencia de las trasnacionales, que no en gobierno de una república democrática.

Pagamos el alto precio de políticas económicas que impusieron de tiempo atrás los organismos financieros de Wall Street, favorecidos por la ambición, el mesianismo, y el egocentrismo, entre otros defectos de los sucesivos presidentes hipotecarios que por desgracia gobernaron el país: desde los represores asesinos Díaz Ordaz y Luis Echeverría, hasta el espurio Felipe Calderón.

Los mexicanos no tenemos ningún presidente como ejemplo de algo positivo. Qué triste, pero al mismo tiempo qué significativo es este punto.
Esto quiere decir que los gobernantes han cavado una profunda zanja que los aleja de la sociedad y no sólo ello: han logrado ser enemigos del pueblo que dominan desde el otro lado del abismo protector, donde no les alcanza a tocar absolutamente nada de lo que les arrojan los ciudadanos repetidas veces burlados.

El sistema político mexicano está en crisis permanente desde la segunda mitad del siglo veinte, que es lo que recuerdo: lo estuvo en el 68, con la represión y masacre de civiles, después, en el 71 tuvimos la llamada “Guerra Sucia”, que en realidad fue una cacería emprendida contra grupos subversivos o personas que se rebelaron contra el gobierno; en el 82 tuvo lugar la primera gran devaluación del peso; en 86 se desató la crisis inflacionaria; en 1988 Salinas se robó la elección presidencial con una estrepitosa “caída del sistema”; en mayo de 1993 asesinaron al Cardenal Posadas, por supuesto se vincula el crimen con el gobierno de ese momento; al año siguiente, el 24 de marzo del 94, el sistema se deshace de Colosio, matándolo durante el mitin en Tijuana; enseguida llega Zedillo para continuar con el remate de empresas del Estado, comenzando su administración con la difícil crisis económica de diciembre del 95; el lamentable “error de diciembre”, que empobreció aún más a la mayoría de los mexicanos.

Este mismo personaje se alegró de entregar la presidencia al autollamado gobierno del cambio, que finalmente acabó de hundir al país en la peor crisis de su historia contemporánea.

El PAN recrudeció y agravó la situación para la mayoría que son golpeados todos los días con los aumentos de los insumos para sobrevivir, deshaciendo aún más los bajísimos salarios que sostienen en bloque los empresarios apoyados por el gobierno que contrataron.

Nada ha variado en absoluto conforme a lo que Marx observó desde la primera mitad del siglo XIX: La riqueza que poseen pocos sujetos, descansa sobre la pobreza o la miseria de muchos.

El reacomodo del capital especulativo que sufre el pueblo norteamericano que ve esfumarse sus ahorros, junto con los ilusos o tramposos mexicanos que se llevaron dinero de los pensionados para jugarlo en la bolsa de valores, es un fenómeno que puede ser más agudo que la famosa depresión del 29.

Por lo pronto ya comenzaron los primeros impactos de esta crisis en nuestro país. El secretario de hacienda habla de una caída en el corto plazo de dos mil quinientos millones de dólares en remesas. Para agravar las cosas, el precio internacional de referencia del petróleo disminuyó en los últimos tres meses de 140 a 103 dólares por barril.

Se prevé que en México cierren alrededor de dos millones de pequeñas empresas o giros comerciales durante 2009, cuando la economía de plano se estanque. Por tanto la pregunta obligada es en el sentido de qué si está o no preparado el país para hacer frente a la tormenta del norte, que seguramente nos aventará rayos, centellas y granizo en demasía.

¿Qué hace el gobierno de Felipe Calderón? Cuestionado desde antes de comenzar su mandato debido a la serie de trampas con las que operaba su equipo, con todo y el nefasto presidente de ese entonces, el ilícitamente enriquecido Vicente Fox, Calderón enfrentó el repudio de millones de ciudadanos que hasta la fecha han mantenido la cohesión y la civilidad para expresar el rechazo a esta conducción del país, por considerarla errónea y peligrosa, como lo ha demostrado el tiempo con hechos.

Lo que hace este señor es elevar el presupuesto en reforzamiento y equipamiento de la fuerza pública, lo cual genera inquietudes que ya se han señalado cuando las firmas del llamado Plan Mérida y otros acuerdos que contemplan la militarización de la zona por parte de los ejércitos y cuerpos armados de los países participantes.

En síntesis, el capitalismo no va a acabar con el narcotráfico sencillamente porque le conviene que prevalezca. Es el pretexto idóneo para generar la crisis del miedo y después la justificación para invertir en armamento, la gran industria que tanto aporta para conservar los niveles de vida de trescientos millones de estadounidenses.

Los gobiernos más bien procuran controlar la producción y el tráfico de drogas, armas e insumos, que demandan los laboratorios que opera la mafia.

El sistema capitalista con matriz neoliberal mantiene una cadena productiva internacional que se puede entender de la siguiente manera: cultivo o producción de todo tipo drogas- tráfico o traslado- venta- consumo y combate a todo ello en sus distintos niveles. Cierran de esta manera el círculo del negocio.

Todo ello con el importantísimo fomento desde los medios de comunicación, quienes con todo descaro promueven la cultura del consumo de la droga a través de personajes que para mostrarse en la onda se presumen de pachecos.

Desde guiones cinematográficos o televisivos, hasta letras de canciones, abiertamente aluden, como si fuese parte de la inocente cotidianidad, a la cultura del consumo que nos involucra a la mayoría aunque sea con el café. (Recuerdo una letra de una canción de Joaquín Sabina que dice así: “Nos sirvió para el último gramo, el cristal de su foto de bodas”…)

Una sociedad consumidora de todo lo que le anuncien y vendan es lo que requiere el sistema para preservarse.
En este gran supermercado, la droga, gracias a la prohibición y satanización mediatizada con recursos del Estado, se encarece o más bien la hacen escasear y subir de precio los propios gobiernos revueltos con la mafia.

Dejan que la demanda siempre vaya muy detrás de la oferta y con ello consuman el gran negocio de la producción, trasiego y finalmente el dizque combate de lo ilícito ¿dónde va el capital? ¿Dónde está la gente para decir que ya no pueden engañar con sus millones de spots y montones de papeles que firman? ¿Cómo librarse de ellos y sus mentiras que les ayudan a ser más poderosos y ricos? ¿Sigue dormido el pueblo?

martes, 23 de septiembre de 2008

Crimen e inseguiridad en México

I

La masacre de inocentes la noche del grito en Morelia, tiene visos de haber sido perpetrada por un grupo radical que pretende poner en aprietos a sus enemigos.

Preguntémonos entonces a quién le interesa obtener los beneficios de semejante acción y tendremos quizá más posibilidad de identificar a los responsables.

Los asesinos asestaron el golpe donde más laceran a la sociedad.
Cometieron semejante infamia cebándose en gente inocente que se divertía; eso es lo único que tenemos en firme. Sin embargo, aparecen más versiones y pruebas de algo escondido en los entretelones del horrendo episodio.

Elegir las víctimas al azar es propio de terroristas como la ETA, ERI, Al Quaeda y otros grupos extremistas violentos.

El ataque terrorista del quince de septiembre busca agraviar a la sociedad. ¿Con qué fin?

A continuación, algunas hipótesis:

a) Para que ésta reclame con mayor énfasis que se le de seguridad

b) Para que nadie se sienta a salvo y aprobemos que nos cuiden, sin objetar en las medidas que se tomen para ello

c) Una banda de las muchas que operan en Michoacán y en el resto del país, pretende cargar muertos a otra para que el gobierno cobre venganza y acabe con sus enemigos. (Esta hipótesis es la que menos se sustenta, dado el modus operandi de estos grupos, que no encaja con lo que se vivió en la capital michoacana)

No es una casualidad la pretensión que simultáneamente a lo ocurrido tiene Calderón de elevar el presupuesto para militarizar aún más al país. Días antes, había declarado una “guerra en serio” contra la delincuencia organizada. Ante todo esto, surge la pregunta de si alguien le quiso hacer el favor de llevar las cosas a tal extremo que, “cualquier sacrificio por la patria vale la pena”, (hasta se pidió perdón por ello, de acuerdo a lo que informan testigos que dieron datos sobre el “hombre de negro, medio calvo, con bigote ralo”, que soltó una de las granadas) con tal de liquidar a la oposición.

La tragedia que se montó en la ciudad de Morelia deja varias interrogantes, algunas de ellas esenciales para las investigaciones posteriores, si es que las hay. Los testigos hablan de la presencia del ejército a sólo diez minutos de las explosiones. Los soldados aparecieron de pronto en las bocacalles y cerraban las salidas. Ordenaban a la gente que se replegara a las paredes.

Esto significa que el ejército se encontraba en el lugar y dejó escapar a los agresores; circunstancia bastante extraña por donde se observe.

Otra rareza fue que las granadas explotaron en sitios cercanos a la entrada de dos iglesias distantes entre sí. ¿Se trata de un mensaje o de escoger a las víctimas?

Los empresarios han hecho mutis y el presidente titubeó para visitar a los deudos. Cosas separadas que al juntarse señalan para otro lado lejos del duelo que se vive en Morelia.

Por el crimen del hijo del empresario Martí, fueron organizadas marchas con gente vestida de blanco, además, los medios de comunicación alineados hicieron una enorme alaraca para blanquear todo, en cambio ahora permanecen callados. ¿Por qué?

El crimen y la inseguridad que dominan el ambiente mexicano, no se pueden reducir a ajustes de cuentas entre grupos de narcotraficantes o bandas delincuenciales.

Estamos ante una realidad compuesta por múltiples elementos que conforman una lista que comienza con el histórico atraso sociocultural y económico del pueblo, que se ha hecho propenso al delito y continúa con la mención de causas como la corrupción de las instituciones encargadas de la procuración e impartición de justicia.

Se añade a este conglomerado de razones que propician la descomposición del sistema y las consecuentes manifestaciones violentas, la cercanía fronteriza con EU, país que nos ha complicado la existencia desde que ambas naciones comenzaron a formarse.

Apropiados de nuestra economía, vía endeudamientos y acuerdos comerciales, no tan sólo rigen nuestra balanza comercial, sino que han practicado en detrimento de nuestros productores, políticas proteccionistas de sus mercados y hasta embargos, como aquel que sufrieron los empacadores de atún o los ahuacateros michoacanos, con lo que dejan en la quiebra a miles de familias.

Por si fuera poco el intervencionismo militar, comercial, político y hasta religioso, que han operado los estadounidenses hacia nuestro país durante siglos, ahora tenemos el problema mayúsculo de su elevada demanda de drogas y petróleo, en una época donde se juntan varias circunstancias desfavorables para los pueblos más débiles, como el nuestro.

El asunto de las drogas conlleva el problema enorme del trasiego de las mismas, es decir, el narcotráfico. Múltiples operaciones que suman billones de dólares, se realizan para este fin constantemente a lo largo y ancho de los territorios de los países involucrados en esta región del mundo, donde se incluye además Centroamérica y por supuesto Colombia.

Los capitales generados por esta actividad entran en las economías respectivas en forma de “inversiones para el desarrollo”.

Como parte del fenómeno capitalista de lavado de dinero, las operaciones del narcotráfico financian campañas políticas, bancos y hasta movimientos sociales represivos; esos que son capaces de acribillar inocentes con tal de proteger la marcha de los negocios.



II El crimen y la historia mexicana

La historia de México de por si es criminal, en tanto que la cubren hechos de sangre que se repiten en el tiempo. Los siglos XIX y XX registran guerras fraticidas, como las que libraron conservadores y liberales poco después de consumada la independencia.

Hace casi cien años, estalló la revolución en forma de choques de facciones que se disputaban el control militar y político del país. Nada que ver en realidad con una verdadera emancipación de las mayorías explotadas o simplemente marginadas.

Una década de luchas que cobraron alrededor de un millón de vidas, paralizaron la producción y los transportes, se vivió en medio de fusilamientos, al igual que cargas de caballería y metralla, principalmente en el norte, centro y sur, del territorio nacional.

Lo mismo árboles que postes del telégrafo, servían para colgar a las víctimas caídas en manos de los verdugos de los diferentes bandos que componían los ejércitos enfrentados, sin saber a ciencia cierta por qué, más allá de la razón de imponerse la voluntad de los cabecillas que eran auténticos caciques de sus respectivas regiones.

No se acababa de definir del todo un clima que permitiera continuar el progreso sin que lo interrumpieran los conflictos, cuando el general triunfador de la revolución Álvaro Obregón, fue asesinado por León Toral, un fanático ligado al clero, que pretendió según él salvar al país de la conducción de herejes, como éste sonorense y su compadre Plutarco Elías Calles, a quien le estalló la llamada Guerra Cristera, durante su mandato presidencial.

La guerra religiosa conocida como Cristiada, arrastró miles de campesinos; peones y hacendados, que combatieron al gobierno por considerarlo enemigo de la iglesia y por tanto de la fe cristiana. Pocas páginas son tan brutales como los días de los enfrentamientos donde se aniquilaban batallones completos, cuyos soldados eran ahorcados o fusilados entre múltiples vejaciones que practicaban en sus personas las turbas azuzadas por curas y párrocos.

En respuesta, el gobierno enviaba tropas que daban escarmientos no menos cruentos a cuanto individuo sospechoso hallaban en los pueblos o en las soledades de los caminos y montes. No se diga cuando encontraban partidas de cristeros que podían cazar como huilotas para darles soga o almuerzo de balas. ¡Viva Cristo Rey! Era el grito de batalla de estas partidas de gente que conformaban aquellas filas, donde no faltaban adinerados e individuos con sotana. Todos llevaban escapularios, medallas y todo tipo de insignias alusivas a la religión. Inclusive las colocaban en los sombreros o sobre las monturas.

De esta guerra absurda y excesivamente sanguinaria, se recuerdan líderes como Anacleto Morones, convertido recientemente en mártir por el clero. También figura el obispo Francisco Orozco Jiménez, estratega e instigador de la lucha que manchó de sangre inútilmente la historia de los estados donde se escenificaron las masacres.

La entrada de México en la Segunda Guerra Mundial, con aquel escuadrón de aviación 201, marca el abandono del discurso revolucionario por parte del Estado, para dejarlo relegado a ceremonias cívicas. El socialismo de Cárdenas es dejado por los presidentes sucesivos quienes se manejaron obedeciendo simultáneamente a las logias masónicas y a la CIA, que representaba la voluntad e intereses de los de la Casa Blanca.

El petróleo mexicano juega desde entonces un papel primordial en las relaciones entre ambos países. A EU le preocupa que México llegue a negociar con otros el crudo que tiene contemplado para sí, como reserva y abastecimiento para mover su flota.

Los presidentes se vuelven o son de antemano pro-estadounidenses, con la única excepción quizá de Adolfo López Mateos, quien no mostró gran simpatía por ellos. No obstante tuvo que ser el anfitrión del matrimonio Kennedy.

El sometimiento a Washington figura como factor de la llamada guerra sucia del sexenio de Luis Echeverría y el antecedente del sesenta y ocho. Se trata de mantener a México lo más lejos posible de la revolución cubana, al igual que de cualquier síntoma de golpe de timón hacia la izquierda.

La matanza de civiles desarmados que hizo el ejército mexicano la noche del dos de octubre del 68, quedó como un cuadro colocado en el altar que hace la memoria del pueblo a los suyos que mueren como héroes.

Echeverría aplicó la misma receta de asesinar con la represión del jueves de Corpus de 1971.

Nos ha quedado para siempre plasmada la imagen de soldados que están para reprimir y asesinar, por órdenes contrarias a lo que es la razón de ser del ejército: proteger al pueblo, en lugar de reprimirlo y arrebatarle la vida.

A esas víctimas les llaman agitadores o enemigos sociales, cuando sabemos que se trata de individuos que prefirieron morir antes de callar o vender su ideología, que no es sino vivir la justicia hecha realidad para todos por igual.

Se castraron en nuestro país las esperanzas de vivir sin la tutela de los gringos, gracias sobre todo a la americanización de los connacionales, a su veleidad y ambición de poder. Vende patrias les llama la historia. No fueron pocos, ni han sido los últimos quienes sepultaron al PRI; tienen sucesores más pérfidos aún.

La frialdad que cerró ese capítulo con el asesinato de Donaldo Colosio es emblemática; distingue a una clase en el poder que es capaz de abrirse a tratos con toda clase de agencias, incluidas las que viven del crimen y el terror, con tal de ver fluir la riqueza. Entramos así de lleno entonces en la etapa Colombianizada que ya adquirió sello de la casa.

La irrupción del PAN como grupo en el poder que llegó para hacer negocios, que no régimen que vela por la democracia y la justicia social, se combina con la era tecnológica de las armas sofisticadas, los equipos de espionaje ultramodernos, los automóviles blindados, telecomunicación con claves especiales, ordenadores, videocámaras satelitales, posicionadores GPS, cultivos hidropónicos, biología molecular y transgénica, entre un sinfín de artículos y dispositivos desarrollados para distintos usos de la vida moderna, pero que se aplican para que el crimen organizado trabaje mejor.

El crimen organizado es global como la economía, pero a la vez es neoliberal en tanto que se mimetiza con el sistema económico que rige por cuenta de las trasnacionales y sus socios.

A los capitalistas no les importa realmente el origen del dinero con tal de que fluya sin altibajos que espanten la clientela y sus fortunas.

Abundan las lavanderías gigantescas ante las cuales los casinos e hipódromos son cosa del pasado. Se trata de grandes desarrollos turísticos e inmobiliarios, empresas privatizadas que fueron del Estado, aerolíneas y empresas de seguridad, transporte y hasta medios de comunicación. El mundo financiero es el purgatorio y finalmente el paraíso del delito.

Lo que vemos ocurrir en México se explica de varias formas: Por una parte las bandas sacan provecho de un Estado débil y corrupto, al que le hacen la guerra lo mismo con el fin de debilitarlo causándole bajas para acrecentar el imperio delictivo, que también con la idea de desmotivarlo a perseguirles y puedan trabajar en paz.

En respuesta, el gobierno se organiza desde la lógica militar y emprende una campaña que con el tiempo la vuelven guerra contra estos grupos armados que son hostiles porque defienden su negocio. Logra así, desde su perspectiva, legitimar su cuestionado origen y presencia, a la vez que al permitir que se deshagan entre si las bandas criminales, se resten delincuentes que le cuesten al Estado su aprehensión y confinamiento en cárceles.

Por todo esto, vemos como algo imposible salir de esta espiral de violencia, que en mucho se relaciona con el sistema económico elegido por los gobernantes abrazados al neoliberalismo desde hace unos treinta años, aproximadamente.

Si no cambia la política y el sistema económico, no cambiará el destino del país que cada día se ve más sombrío. Nos ahogamos en un caos de injusticia, desigualdad, delincuencia y miseria. Los más pobres se aferran a lo que pueden pero ya no resisten más. La gente prácticamente no come, como lo requiere un ser humano. ¿Y todavía tienen el cinismo de pedir unidad? Es de retraso mental esta ocurrencia, como lo fue responsabilizar a toda la sociedad de los secuestros y asesinatos que se cometen a diario. Son disfuncionales o de plano tarados quienes dirigen el país. A los hechos me remito, están a la vista sus desatinos y falta de ética. ¿Y, qué creen? Ya pusieron la mira y echaron a andar la maquinaria para quedarse en el poder. No traen otra cosa en la cabeza que diseñar y organizar otro fraude en el 2009. Pobre México con este PAN con pócima.

lunes, 22 de septiembre de 2008

México con eme de muerte

El terror que se posesionó de México sin duda guarda relación con la descomposición del aparato que gobierna. Los delincuentes más sanguinarios son algunos de sus productos. Vía ejército o grupos policíacos, se les da el adiestramiento y las armas que después utilizan contra ciudadanos que son sorprendidos y convertidos en sus víctimas. Quién sabe en qué mundo viven los uniformados que no se han dado cuenta de que el pueblo, la sociedad, esa ciudadanía que les da de comer a ellos y sus familias, les tenemos miedo o absoluta desconfianza. Estamos informados de sus vínculos con el crimen organizado. Hemos atestiguado muchas veces de qué manera se hacen justicia por sus propias armas. Definitivamente no hay razón para congratularse con estos “cuerpos” adiestrados para matar. ¿Que sirven para ayudar en casos de desastre? Sin duda, pero ya sería el colmo que no fuera así, aunque ésta no es la función de un ejército: esperar a qué hora la naturaleza se excede para actuar. Habrá que desmantelar y reorganizar esta maquinaria ya que se convirtió en parte del problema en vez de solución.
En las comunidades muchas veces la gente prefiere apoyar a los narcotraficantes, porque al menos ofrecen algo de empleo y ayuda económica cuando requieren, en lugar de dirigirse con la tropa que viola, mata y arrebata lo que puede. La CNDH cuenta con numerosos expedientes sobre tales atropellos. Ya vimos lo sucedido en Atenco, Oaxaca y las comunidades indígenas zapatistas, entre otros grupos étnicos, que por siglos han padecido las incursiones de gente armada oficial y no oficial.
De la misma manera en que ignoramos a ciencia cierta que se proponían los que a costa de todo, incluida la seguridad nacional, “aiga sido como aiga sido”, llegaron al poder, tampoco sabemos exactamente por qué se mata tanta gente todos los días con excesivo salvajismo.
Por la forma tan necia en que Calderón y sus compinches actúan para entregar el petróleo a la voluntad de los gringos, podemos inferir que se trata de un compromiso a cambio de la ayuda prestada para desactivar al principal adversario político de la pandilla, lo cual le permitió ponerse ahí y finalmente acelerar el desastre.
La postura militarizada y autoritaria como forma de asumir el “combate al narcotráfico y el secuestro”, igualmente tiene rasgos de arreglo con los mismos vecinos, ya que el pentágono es el proveedor principal de armamento y “logística”, por supuesto de modelo atrasado, de estas fuerzas mexicanas. No olvidemos tampoco el estatus de gran consumidor de drogas que tiene la sociedad estadounidense y que si se le cortan las vías de abastecimiento aquello se volvería un pandemónium.
Nunca se nos dijo cómo se piensa sacar el país del atolladero sangriento en que lo metió Acción Nacional. Solamente escuchamos palabrería de la que podemos deducir la capacidad y calidad de gobernantes que padecemos. Un guión de películas como los que se escribieron para las de Clavillazo, Tin tán o Cantinflas, tiene mucho más lógica y sustancia que las cosas que salen por la boca de estos humoristas involuntarios que son Fox, Calderón y ni hablar del resto de los que han formado sendos gabinetazos. (Con honrosas excepciones, desde luego, como el doctor Frenk, ex secretario de salud) El problema es que la comicidad residual de la ignorancia que muestran estos ilusos, principalmente los que infortunadamente se colocaron la banda presidencial, se revuelve con la perversidad que convierte a las respectivas familias, socios e invitados al festín, en seres privilegiados para los cuales la ley es letra muerta, igual que la parca que anda en pos de las víctimas de un sistema organizado desde la visión de los más rapaces en lugar de los más capaces.
Era evidente que las acciones fraudulentas de los coludidos para imponer a Calderón, llevarían al país a este callejón siniestro. De ahí que se movilizaran cientos de miles de ciudadanos que a la fecha se mantienen con firmeza para defender a la patria. Espero que no respondan al justo reclamo del pueblo acribillado por la pésima política, con baños de sangre, como parece anunciar el discurso de los que se parapetan en la simulada legalidad y constitucionalidad, con la que urden sus negocios y los llevan a cabo, ante el pasmo de la sociedad.
En lugar de abatir la pobreza y combatir la desigualdad, se persigue a los que se manifiestan para evitar las ruinas en que convierten a las instituciones y al propio Estado.
En vez de operar con política social, investigación sobre el origen de fortunas y otras medidas coadyuvantes para recuperar la estabilidad, se eleva el presupuesto en armas y elementos que las utilicen.
Ni un solo funcionario corrupto o familiares beneficiados fue tocado por la justicia de estos gobiernos que propusieron un cambio y realmente lo llevaron a cabo pero en sentido inverso. ¿Así cómo creer en sus dichos y aspavientos?

Atentados

En México abunda gente capaz de secuestrar, torturar, descuartizar y abandonar pedazos de sus víctimas. Sube el nivel del horror a medida que las mentes más enfermas se especializan y encuentran lo nuevo para hacer sufrir a los que cayeron en sus manos y de paso a la sociedad que tiembla ya de miedo.
Nunca fue un país seguro, de acuerdo a la fama internacional y local ganada a pulso, sin embargo, es necesario reconocer que los yerros en la política económica y en todo el aparato gubernamental, incapaz de organizarse y responder a la altura de un Estado soberano, agravaron la situación.
Las políticas empleadas y la forma de conducirse de estos gobernantes se perciben pusilánimes y convenencieras con los extranjeros y extremadamente insensibles y burdas hacia las bases sociales. El repudio popular es otro ingrediente de la crisis.
Lo único que tiene consenso entre los distintos grupos y/o actores sociales, incluido el clero, es la sensación de que el país se deshace.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Cuenta regresiva: ¿renunciará Felipe Calderón?

En memoria de Pepe Zamarripa de la Peña, ciudadano ejemplar. Que se cumplan sus anhelos de cambio para el país.
¡Hasta siempre, compañero!


El rumor de la renuncia de Calderón se instala en los imaginarios colectivos como si se tratara de algo inminente. El próximo desastre natural o matanza colectiva del crimen organizado e impunizado, situaciones que no parecen lejanas en medio de tanta precariedad, puede arrastrar la presidencia que nunca debió llegar a ser. Algo extraño se cocina en el ambiente y huele a trama internacional, concretamente a gringada.
Sacar algunas cuentas del malogrado período de ésta presidencia particularmente enemistada con la mayoría de ciudadanos, ayuda a ver el balance y comprender que esto se cae porque se cae.
En primer lugar tenemos la economía estancada apenas arriba del dos por ciento de movimiento del PIB y con amenazas de retroceso que no hay por dónde atajar.
La crisis financiera estadounidense, que por cierto no ha llegado aún a su momento más álgido, nos arrastra hacia mayor incertidumbre. Los precios se disparan al tiempo en que los salarios se resquebrajan.
La cartera vencida por créditos al consumo es alarmante puesto que se ubica cerca del 60% de los usuarios. Más de la mitad de ellos han dejado de abonar a las tarjetas y enfrentan juicios que repercuten negativamente en su economía. Rondan los fantasmas del Fovaproa.
Los precios de la “canasta básica” se duplicaron en año y medio, en tanto que el salario promedio no ha tenido incrementos más allá de cuatro por ciento. Es asombroso cómo ha resistido la población este embate de los millonarios, muchos de ellos extranjeros, que la exprimen al amparo del gobierno que debiera ayudarla en su desarrollo, en lugar de esquilmarla y entregarla a la voracidad de las trasnacionales.
Descarrila el tren de las manos limpias en un caos de corrupción, impunidad, crimen. Lo único que se mantiene a salvo todavía es la gran riqueza petrolera; seguro pretexto para la intervención yanqui que se fragua allá y aquí.
En auxilio del incapaz funcionario impuesto por los capitales nacionales y extranjeros que tienen intervenido a México, vendrán seguramente los marines y demás fauna militarizada para combinarse con las fuerzas o lo que quede de ellas, después de las batallas internas contra jóvenes caídos en la delincuencia local, es decir, los de las bandas o cárteles, al igual y principalmente contra los grupos en resistencia conformados por ciudadanos que repudiaron el fraude electoral de 2006, entre otros de la izquierda divididos en corrientes y movimientos campesinos, estudiantiles, indígenas, trabajadores, maestros, ciudadanos afectados por desastres o negligencia gubernamental y otros organismos civiles inconformes que se manifiestan por desesperanza o agravio, en todo el territorio nacional.
El hartazgo es sumario, por lo que los escenarios violentos van en aumento. Desde secuestros en todas sus variantes, hasta saqueos al erario como modalidad refinada (amparada con bendiciones) por la clase gobernante actual.
La moral se desmoronó revuelta con la inhabilidad para el manejo de la representatividad popular. Hay un cráter institucional que es reemplazado o rellenado por grupos de poder fáctico, de gran peligrosidad para la menguada estabilidad. La debilidad del Estado compromete la soberanía y la paz. Es la cuenta de la política regresiva.