viernes, 27 de agosto de 2010

México: la cuadratura imposible de la violencia

Es difícil tener respuestas esclarecedoras sobre el origen y verdadero móvil que persiguen los perpetradores de la cruel matanza de gente inerme, que tuvo el infortunio de buscar un destino mejor internándose a través de uno de los países más peligrosos y mal gobernados del mundo.
La versión manejada sobre la causa y la filiación de los asesinos contiene aspectos inverosímiles. El sentido común nos puede dar un bosquejo de esos angustiosos momentos que sufrieron antes de que se les privara de la existencia tan salvajemente.
Si en verdad se debió el despiadado desenlace a que estas personas se negaran a participar en las filas del grupo llamado Zetas e incrementar así efectivos en sus prácticas delincuenciales, ¿cómo es que nadie entre las setenta y dos víctimas, pudo, ante la amenaza de los fusiles, aceptar y salvar así su vida?, ¿todos se negaron al unísono?
Es muy extraño que tal cosa hubiese sucedido. Cualquier persona atemorizada haría o diría lo que sea en una situación tan extrema, con tal de que su cuerpo no fuera atravesado por las balas. Más aún encontrándose en un paraje aislado, completamente a merced de los verdugos.
Esta reflexión hace suponer que estaban destinados a morir por alguna razón y que ese alguien, uno o varios, decidió o decidieron con antelación que así fuera.
Trasladémonos por unos instantes a otro lugar de este convulsionado mundo, a Irak, donde los marines de EU y soldados de otras latitudes sumados a las fuerzas invasoras, constantemente matan gente originaria para asegurarse la ocupación del territorio. El pretexto esgrimido inicialmente hablaba de la existencia de armas nucleares, lo cual pronto se desvaneció ante la evidencia. Ya no hubo forma de justificar la presencia de las tropas hasta que a alguien “se le ocurrió” responder al fuego, cobrándose vidas de soldados yanquis u otros aliados.
Así surgieron y multiplicaron los deseos de vengar las afrentas, consiguiéndose de paso el respaldo de la opinión pública para que se aplicara todo el hierro y pólvora posible, como escarmiento a los osados iraqueses. Aquí cabe la pregunta: ¿Todos los ataques que fulminaron a los soldados de la ocupación, provinieron de los “enemigos”, o una orden siniestra fue dada para que el propio fuego “amigo” los asesinara? Es poco creíble que un país arrasado por ejércitos mucho más armados y en número mayor a las propias defensas, fuera capaz de alzar la mano y causar tantas bajas. No es novedoso en la historia de las guerras este tipo de circunstancias, siendo el ataque a Pearl Harbor, en diciembre de 1941, un ejemplo que encierra dudas: ¿Fue un atentado exclusivamente terrorista o hubo connivencia para tener una razón de probar la bomba atómica?
Hay más evidencias sobre estas tácticas, como lo fuera el hundimiento del barco USS Maine en enero de 1897 en aguas cubanas, sacrificándose de esta forma a decenas de jóvenes marinos.
En los días posteriores al hundimiento del USS Maine, el dueño del periódico New York Journal, un tal William Randolph Hearst, hizo publicar una historia con la leyenda "El barco de guerra Maine fue partido en dos por una arma secreta infernal". “La historia contaba como los españoles habían plantado un torpedo por debajo del barco que detonaron desde la orilla. Hearst pronto siguió este artículo con otro que contenía diagramas y planos del torpedo secreto utilizado por España. La historia fue republicada en todo el país culpando a los militares españoles de la destrucción del USS Maine. La mentira tocó la fibra sensible del pueblo estadounidense agitando la opinión pública hasta el punto de provocar un frenesí entre la población, que en su gran mayoría quería atacar y eliminar a España del poder en muchas de sus colonias cercanas a EE.UU. Finalmente el efecto del periodismo amarillo prevaleció, y los soldados estadounidenses fueron enviados a Cuba. Posteriormente, se produjo la Guerra Hispano- Estadounidense y E.U acabó anexionando a sus territorios Puerto Rico, Filipinas y otras posesiones españolas, utilizando la misma excusa "libertadora" y los mismos métodos propagandísticos”. (David R. Spencer. The Yellow Journalism USA: Northwestern UP, 2007 . McCullough, David, Brave companions: portraits in history (Volume 1992, Part 2, Page 80)
La perversidad que subyace en las conciencias de quienes crean y dirigen operaciones militares, políticas y propagandísticas, no tiene límites. Todo con tal de generarse ganancias y vaya que el negocio de la guerra las produce, aún en su modalidad de “guerras de baja intensidad” como la que EU sembró en México, a través del régimen de FC.
Éste personaje, ávido de reconocimiento al ser impugnado su ascenso al cargo por grandes segmentos de la población, no ha prestado atención a las voces que desaprueban su “lucha contra los cárteles del narcotráfico y demás bandas criminales”. Se reitera una y otra vez el rechazo a la presencia de fuerzas policíacas y/o militares, en distintas zonas del territorio nacional, las cuales han causado bajas entre la población civil. Siendo además EU el principal si no el único proveedor del armamento y la logística que se utilizan para ello. Esto bajo el rubro del “Plan o iniciativa Mérida”, que fuera signado por el ex presidente Vicente Fox y el entonces homólogo George Bush.
Ante los hechos, el presidente Calderón proclama que aún habrá más violencia.
Tomando en cuenta esta perspectiva sobre lo acaecido en Tamaulipas, a muy poca distancia de la frontera con EU, cabe repetir las preguntas: ¿Quién da vida a esa sobre publicitada organización criminal llamada Zetas? ¿Se puede creer que a pesar de tan sofisticada tecnología de rastreo satelital, entre muchos otros recursos, sea posible que nadie detecte sus movimientos, que pasen desapercibidos y no puedan ser ubicados y monitoreados sus integrantes, así como las operaciones que planean y realizan?
¿Fue esta criminalidad una respuesta de los grupos armados ante la violencia que el Estado ha presentado contra algunos cabecillas en fechas recientes o, se trata de la estrategia descrita en estos párrafos y que sirve para dar lugar a una intervención mayor, acompañada de la propaganda de los medios de comunicación y contando además con el respaldo de la opinión pública? ¿Se saldrá el amarillismo y quienes se benefician de la sangre derramada con la suya? ¿Por qué ha sido tan ampliamente publicitada la imagen de los cadáveres y del único sobreviviente de la masacre, una de las más cruentas de los últimos años?, “algo no cuadra aquí”.

jueves, 19 de agosto de 2010

El sabor amargo del festejo bicentenario

¿Cómo puede el gobierno del PAN celebrar acontecimientos destacados que integran nuestra historia, siendo esta corriente política un emblema que representa al enemigo contra el cual se lucho? Es obvio que el presidente y sus colaboradores no comparten ideológicamente los motivos de la insurrección de 1810 ni la revuelta de 1910, siendo ambos movimientos guerras civiles contra la ignominia del poder concentrado y déspota, el cual comparten a plenitud.
La oligarquía heroicamente combatida para dar lugar a una nación libre, equilibrada y soberana, como la propusieron los insurgentes, los liberales y más tarde los revolucionarios, ha regresado a tener bajo su control los dispositivos del gobierno y la producción. ¿Cómo pueden festejar un bicentenario quienes se identifican con monarquías europeas, con un clero sectario que vive permanentemente plegado al poder?
Los que desprecian la figura de Juárez al tiempo que enaltecen la memoria porfiriana, siendo sus antecesores ideológicos vencidos en sus afanes, gracias a lo cual fue posible crear las instituciones y el Estado laico, son ahora quienes deben, según los cánones del civismo patrio, organizar los festejos por aquellas victorias que tanto sacrificio en vidas humanas significaron. Es decir, a estos representantes de la hegemonía moderna y sus corrientes políticas, les corresponde, en pleno ejercicio del poder, rendir memoria honorable a los próceres que en el pasado se batieron contra sus ideas. De ahí que a los festejos bicentenarios de este 2010 se les encuentre un sabor agrio o insípido, si acaso un intento por cubrir un expediente que a todas luces les es incómodo, difícilmente digerible y no lo pueden siquiera disimular. De mil amores rendirían culto a los restos y al recuerdo de Hernán Cortés, de Félix María Calleja, de Maximiliano junto con Miguel Miramón y Tomás Mejía. Encantados erigirían una estatua a Porfirio Díaz y cambiarían los nombres de otros monumentos, calles o lugares públicos como plazas, para darles el nombre de los enemigos contra los que se alzó el pueblo. Para ellos sería más fácil la desmemoria y el olvido, algo que el ex presidente Fox evidenció al retirar el retrato de Benito Juárez del recinto oficial que sirve de despacho en Los Pinos.
La señal es clara: en medio de esta banca rota y desmoronamiento social que aqueja nuevamente al país, en gran medida causada por los usurpadores que regresaron al poder, ellos constituyen el nuevo enemigo a quien se ha de atacar y vencer. Volvieron a plantear un esquema en que todo sea favorable exclusivamente a sus intereses. Abolieron las posibilidades para que los distintos sectores, sobre todo los más vulnerables, puedan tener acceso a los bienes que genera la sociedad y que son indispensables para la vida: desde la alimentación y la salud, hasta el derecho al trabajo y la educación. Lo mismo puede decirse del derecho a la información.
De ahí que en este 2010 también en materia de festejos patrios se les haga bolas el engrudo.

viernes, 13 de agosto de 2010

Delincuentes vs delincuentes y el banquete de la langosta

Era previsible que un gobierno que se conformó gracias a un fraude con mayúsculas, acabara por resquebrajar aquello que más o menos se mantenía en pie en el sistema mexicano. La ilegalidad y el abuso de poder solamente propician más delincuencia y fracaso. Calderón es un delincuente desde el punto de vista de millones de mexicanos que atestiguaron su escandaloso y artero arribo a la presidencia ¿cómo esperar que este pillo y sus secuaces realmente acaben con otros individuos igualmente dispuestos a utilizar la ilegalidad para lograr sus fines? ¿Es sensato confiar a un ladrón la seguridad de la casa? Además este personaje es de ideas cortas y grises, por lo que se haya muy lejos de ser un Robin Hood pareciéndose más a un vil pandillero de callejón. Que no asombre el estado de cosas que guarda el país, los crímenes, la ilegalidad, la inflación, el desempleo, etcétera, son brotes de las semillas sembradas por los rufianes que simulan gobernar siendo unos títeres de trapo al servicio de los grandes capitales. Incapaces o negados a establecer los equilibrios indispensables para salvaguardar la estabilidad y garantizar el desarrollo.
Por su parte la inmundicia comunicacional de Televisa, Tv Azteca al igual que otras cadenas radiofónicas y de prensa, son parte de esa complicidad de actores que tienen a la sociedad mexicana en vilo al borde del abismo. Medios turbulentos y facciosos que envuelven a millones de ignorantes en su calamitosa transmisión de mentiras y medias verdades. Toda esa muchedumbre de gente que les presta atención, incapaz de reflexionar, se convierte en votantes que legitiman a quienes finalmente fracasan como gobernantes (en cuanto a realmente hacer algo benéfico para los ciudadanos) al tiempo que aumentan sus fortunas personales.
Por si fuera poca cosa la catástrofe política que vivimos, padecemos no tan sólo las irreconciliables divisiones ideológicas entre las distintas corrientes políticas, sino además las grietas internas entre quienes participan como parte de la pandilla que según esto gobierna. Ya fraguan en el PAN la expulsión del exdirigente de ese partido Manuel Espino.
La alternancia solamente incrementó las cifras negativas en todos los órdenes, lo cual no significa en absoluto que los gobernantes que negociaron el arribo del PAN a la presidencia no hayan sido otra cosa que una especie de agentes de Washington con nacionalidad mexicana. Además de ser inmensamente ambiciosos y faltos de ética. Salinas y Zedillo debieran ser juzgados y recluidos en prisión, junto con Fox, por sus crímenes contra la patria.
A México solamente le pueden esperar cosas peores que las que hemos visto en tanto dure esta plaga que se hizo del control de las instituciones, algo parecido a un campo invadido por la langosta.