domingo, 30 de marzo de 2008

Gobierna o patina

En vista de que no entiende razones que se le han ofrecido por numerosos medios ni parece interesado, alguien debería tomar de la solapa a Emilio González y preguntarle en medio de unas buenas sacudidas si está para gobernar el estado o de plano va a continuar en las nubes celestiales sin darse cuenta cabalmente del significado de su investidura.
Ahora resulta que el dadivoso de Jalisco abrió las arcas del gobierno, esas mismas que son de todos los que las medio llenamos, para regalar noventa millones que se destinarán a la azarosa construcción del Santuario de los Mártires.
¿Cómo podemos catalogar los ciudadanos el hecho de que los reclamos urgentes de la población en materia de servicios básicos, como son agua potable, centros de salud, escuelas y una infinidad de asignaturas que llevan años sin resolverse, tengan que aplazarse porque a esta gente se le ocurre que es prioritario construir templos?
Es un atropello más a la diversidad de la ciudadanía, al laicismo y además constituye una ofensa al pueblo que padece tanta miseria. Hasta dónde llegan los compromisos a puerta cerrada que inclusive se les olvidan las verdaderas funciones del Estado.
Podemos suponer que el regalo millonario del año pasado a Televisa fue un escudo para cubrir, al menos de la pantalla, las tropelías como esta que a diario suman estos funcionarios que mejor se hubieran dedicado a llevar hábitos, serían más útiles en el claustro, sin duda.
Ya es demasiado abuso del poder que se les dio como para encima tolerar decisiones que no concuerdan con lo verdaderamente urgente: No es correcto ni adecuado regalar el dinero a las causas que no tienen relación con el servicio público ni con el bienestar social.
Se trata de intereses particulares o grupales que son solventados con el dinero de la colectividad y eso no es justo ni ético. Eso no es gobernar, al contrario, denota una escasa visión del servicio público y de paso ignorancia sobre los preceptos constitucionales y la historia de la patria. Es un enorme desatino, uno más y lo pagamos todos. ¿Por qué los clérigos no piden ayuda al Vaticano o a comunidades religiosas de países ricos? ¿Acaso cobran facturas por la ayuda que dan en las elecciones? ¿Se les paga sin pedirlo?
Podemos esperar que el señor González y su gente quizá no nos puedan brindar alguna satisfacción a los ciudadanos como sería resolver cabalmente una vialidad de la importancia del anillo periférico, o construir un hospital regional infantil o una verdadera autopista a Chapala o de perdida ampliar el tren ligero, seguramente que nada de eso harán, pero tratándose de quedar bien con las élites, no importa que sea dinero ajeno. Lo sueltan con gran facilidad.
Esto se presta para que La Iglesia de la Luz del Mundo, Los Testigos de Jehová, Mormones, Bajais, Judios, islamitas, y todas las agrupaciones religiosas que tengan presencia en el estado también puedan exigir sus milloncitos del gobierno para sus templos. Es más, qué esperan, vayan haciendo solicitud en Casa Jalisco, quien quite y San Emilio afloje la alforja. ¿A eso se destinarán nuestros impuestos? ¿Y la educación?
Además, la historia de la construcción de dicho santuario está plagada de incidentes no tan piadosos como la huída de Monseñor Barba, un recaudador de donativos quien se adjudicó una camioneta regalada para la causa, a más de algún dinerillo por ahí y de pronto se esfumó.
También es importante recordar el violento desalojo que sufrieron las familias de condición humilde que habitaban en la zona del cerro donde ahora se construye este edifico para el culto católico.
Fueron golpeados y desalojados en la madrugada por decenas de policías que arrojaban sus pertenencias y hasta les llegaron a robar. Enseguida metieron las máquinas y destruyeron los hogares construidos de cualquier cosa como tablas, cartones, bloques de cemento sueltos, láminas y plásticos. Los niños y las viejitas lloraban en la oscuridad, rodeados de polvo y destrozos mientras lo policías les aluzaban con linternas y farolas de las patrullas. Estos fueron los verdaderos mártires, junto con el pueblo que exprimen y engañan. Pertenecían a la Comunidad Indígena de Santa María Tequepexpan.
¿La iglesia persiguiendo a los pobres? ¿El reverso bíblico? Difícil de comprender.
Cubrí este hecho como reportero en ese entonces, allá por 1996. La noticia fue vetada por la televisora local y por supuesto que no salió al aire en su totalidad. Los medios que tenemos no están para enterarnos de estas cosas, sirven a otros fines.
La Iglesia de la Luz del Mundo, por cierto arquitectónicamente impresionante, no utilizó, que se sepa, un centavo del erario para su magnífica edificación. Quizá su organización, el orden que se observa en esta gente, muy discretos, prósperos -tengo entendido que cuentan con preparatorias y facultades en su colonia- es lo que ayudó a construir este magnífico templo. Enhorabuena porque no comprometieron obras sociales si no que ellos por sus propios recursos lograron materializar el proyecto. En cambio aquí tenemos algo muy distinto, que se lleva a cabo sin una consulta pública, aunque estas no existan de hecho. Ya nos estamos acostumbrando a financiar vidas de ricos que según esto trabajan de políticos y de paso obras monumentales a las que probablemente no asistiremos jamás. Todo por lo que anida en las cabezas de los que gobiernan para ellos. El hambre, el caos social, la inseguridad, pueden esperar. Sus compromisos y creencias no.

domingo, 23 de marzo de 2008

Bosque de alimañas

Las inocultables y múltiples faltas tanto éticas como estatuarias durante el proceso electoral interno del PRD, no significan lo mismo que el costoso fraude electoral federal del 2006. Las consecuencias socialmente negativas de ambos eventos no pueden medirse juntas; los daños de uno y otro son desproporcionadamente distintos. Pudiera decirse incluso que en el traspié que dio la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática tiene mucho que ver el histórico asalto a la presidencia de la república perpetuado por la complicidad del poder. Encuentro los diarios repletos de escritos que, en concordancia con la fecha, literalmente crucifican al partido del sol azteca. Hasta los que firman como “críticos de televisión” le han hincado el diente a las astillas que deja el aserradero político desatado desde los círculos conocidos.
Lo sucedido en la elección que favorece a Encinas no es como para levantarle la mano con la frente en alto, aunque tampoco puede prestarse como una hoja que impida ver el bosque de alimañas que dominan al país, como pretenden el confeso, su jefe protector y demás secuaces que se dedican a echar incienso en los medios de comunicación.
Obviamente que el chorro de tinta vertida en las aguas periodísticas solamente busca empañar lo sucedido en la, esa sí, asquerosa cloaca donde chapalea el presidente a fuerzas y su grupo de ineptos o ladronzuelos de cuello blanco, como su protegido e íntimo, el ibero-mexicano Mouriño: el As de Copas de su gabinete.
Es preciso aclarar el alcance y de qué clase de daños se trata y procesar a los responsables. Este caso involucra al mismo que ostenta el cargo de presidente de los mexicanos que así lo consienten y quien seguramente lleva tajada en los contratos de hidrocarburos que el gobierno panista inconstitucionalmente firmó y entregó a socios extranjeros.
Seamos claros: las alimañas están de pláceme porque les robaron cámara los ingenuos perredistas que pensaron sacar una elección acicalada en medio de una desbandada que no resistió la fuerza gravitacional de la esfera del poder económico. Se volvieron hoja mediáticamente mordida por gusanos.
Andrés Manuel López Obrador, desde que inició la resistencia civil pacífica contra el robo de la presidencia, de su presidencia, de él y de millones de ciudadanos hasta ahora reacios a admitir que continúe indefinidamente la miseria de la mayoría, además de la caótica situación que priva en todos los niveles, se mantuvo firme en no pactar en absoluto con el espurio y su grupo. De ahí que más respaldo recibiera por parte de quienes se vieron engañados y mantuvieron la congruencia de sostenerse en un principio esencial que equivale a renunciar a todo tipo de acuerdo que involucra al enemigo. El enemigo se volvió tal no por sus bases ideológicas, lo cual sería suficientemente minimizado por el espíritu democrático de la contienda si lo hubiera tenido realmente, -finalmente estamos entre mexicanos- si no porque éste se transformó en una masa arrolladora que desbordó las reglas, por cierto no bien definidas y descargó una avalancha de mensajes de magro contenido social, abundante odio y desmedida cobertura hasta la saturación ofensiva y cruel. Se desvirtuó mediáticamente la realidad, al punto de llevar a las masas a un estado de crispación y encono continuo que no pocas veces derivó en rupturas severas. Surgieron las abismales distancias, discriminatorias e inhumanas, de tipo racial y otras varas siegas para medir socialmente a la gente y darle su apelativo y un lugar en los escaños inferiores. Se removieron los sentimientos que creíamos extintos o al menos inofensivos. Todo por concretar un plan perverso que atrasará por décadas los niveles culturales y la de por sí ínfima calidad de vida de los mexicanos.
Qué tanto ha afectado a la sociedad mexicana este fenómeno, es algo que quizá revelarán estudios que se hagan al respecto. Debe ser una lesión bastante profunda, como un tumor que hace metástasis.
El comportamiento que mantuvieron y hasta la fecha llevan a cabo quienes conservaron el poder, no es otro que aquel que favorece las oligarquías a través del control social. Éste se logra cuando se tienen los hilos que mueven las áreas sensibles como los medios de comunicación, los organismos como el IFE, cuya vida ciudadana fue muy corta, el Supremo Tribunal de Justicia, la PGR, las cámaras industriales, el aparato gubernamental y fuerzas armadas. Todas estas instancias o instituciones presentan serio desgaste y agotamiento, por decir lo menos, lo cual se revela en el estado que guarda el país en todos los órdenes que se involucran institucionalmente. AMLO lo repitió por todos los medios a su alcance. Señaló estos cascarones pútridos como nidos de los auténticos peligros que amenazan y destruyen el presente y futuro de las generaciones. Está muy claro y visible que dichas instituciones casi en su totalidad son serviles con los que tienen dinero para comprarlas y en su mayoría son inoperantes para dar mínima respuesta a lo que la sociedad requiere. El crecimiento de la nación se encuentra estancado desde hace más de un cuarto de siglo debido principalmente a políticas equivocadas o amañadas que tienen origen similar o idéntico a las que se aplican en la actualidad. La impunidad que gozan quienes se encuentran prendidos de los cargos públicos y abusan de ello es ejemplar mundialmente. La degradación y el peligro que significa vivir en México sin acceso a un cargo público, es lo que mantiene a millones de ciudadanos atentos a lo que hace o dice el líder del movimiento civil que busca el cambio por medios legales y pacíficos. De ahí la decisión de que no se tienda ni una sola mano hacia las manos sucias de quienes saquean y cínicamente violan las leyes. Es tentador y a la vez peligroso, por lo que pudieran contaminar.
No lo entendieron de esta manera los llamados “chuchos”, quienes optaron por saludar de mano y hasta sentarse a la mesa con la clase dirigente manchada de ilegalidad y descrédito. Quizá pensaron que en medio del diálogo pudieran atenazarles y finalmente someterles hasta lograr espacios o puntos favorables a la lógica perredista, todo parlamentariamente, como dictan los cánones de las llamadas democracias modernas, que no son si no montajes aplicados por quienes ejercen el mando según las circunstancias de casa suelo, aquí y en China. Error. Sentarse con esta clase de enemigo no garantiza en absoluto que pueda ceder un ápice. Al contrario, se trata precisamente de la clase de elite que no tiene la mínima dosis ética, interés o escrúpulos, como para siquiera acordar respeto por los familiares de las víctimas o las elementales garantías humanas de la guerra. El ejemplo lo tenemos a diario con Irak y las víctimas en turno de EU. Se trata del mismo poder que no piensa dos veces en cometer genocidio con tal de apropiarse de un bien, un recurso ajeno.
Ese poder se ha alojado en nuestro entorno y maniobra como una larva cíclica que se alimentará de nuestros recursos gracias a las licencias que se otorgan quienes se hacen del gobierno junto con sus patrocinadores y jefes. Estos que se vuelven una especie de emisarios serviles de los extranjeros, empleados de confianza de corporativos trasnacionales, al tiempo que se dicen presidentes del país y se comportan como tales; ceremonias, banda presidencial, vivir en Los Pinos, acomodar parientes para que reciban buenos sueldos y privilegios del presupuesto. Historia sin fin que la Convención Nacional Democrática (CND) que encabeza el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, pretende con todos los medios posibles enterrar para siempre.
Que no se cuelguen de lo fallido que pudo ser la elección perredista sus detractores para eclipsar la mierda que mantiene a Calderón pegado a su gente. El excremento de sus actos los une como escarabajos peloteros que se ocultan bajo la tierra mediática que les ayuda a ocultar riqueza mal habida. Es un asco la presidencia espuria y debemos insistir en señalarlo. El país irá peor con esta conducción sin arraigo republicano.
Por su parte, la izquierda y la oposición, que no es precisamente la izquierda, no más no se encuentran. No conectan entre sí los grupos sociales que han despertado para efectuar el verdadero cambio: El Zapatismo, El Lópezobradorismo, Las Redes ciudadanas, La Nueva Izquierda y los grupos más o menos radicales, semejan los conflictos de 1910, donde los bandos coincidían en su postura contra la dictadura al tiempo que se mantenían tozudos en sus demarcaciones ideológicas, sin conceder razones a los discrepantes. Algunas de estas agencias se incorporan en las filas del PRD, en tanto otras marcan sus lineamientos y no tan sólo no se agrupan si no que discrepan y critican mutuamente.
La izquierda basta para deshacerse a sí misma a base de rupturas y también la derecha, al igual que sucedió con el centro, inaugurado en la era PRI.
Las constantes históricas. Los seres humanos estamos dotados de las herramientas necesarias para acabar con los oponentes, sean estos de nuestra propia especie u otra de las que se han disputado los espacios vitales del planeta. No ha sido nada fácil para la humanidad hacerse sociedad y no todas las sociedades han sido concebidas en función de los sujetos.
La eterna lucha de oponentes en la que seguimos enfrascados parte precisamente de qué tanto es el individuo y no los bienes lo que debe prevalecer prioritariamente para la construcción del arquetipo social. Vivimos en un esquema donde se privilegia la propiedad y en segundo término al propietario para dejar el cuidado de la misma a un tercer actor que es el pueblo, que ni la posee y tampoco tiene acceso a cuidarla conforme a su propia iniciativa y entender.
Dicha tensión ancestral es menguada por la evolución de los procesos de convivencia que han logrado en alguna medida establecer reglas que propician igualdades e integración. Las constituciones políticas tomadas como ley, son producto de esta dinámica con la cual las sociedades han conseguido orientar sus metas sin menoscabo del bien común y cierto particular, fortaleciéndose a su vez hacia el exterior.
Casi dos siglos de republicanismo en nuestro país han contribuido a establecer un orden semejante en la forma a los que se dan en las naciones que iniciaron este sistema-mundo, (Walerstein) sin embargo nos encontramos muy lejos de lo que han conseguido en cuanto a calidad de vida y democracia gracias a este mismo modelo. Las razones desde luego que subyacen en nuestro devenir histórico donde se dan entrecruzamientos étnicos e ideológicos sumamente contrastantes, en medio de la aplicación de una violencia genocida sin par en los registros humanos.
De manera multifactorial nos encontramos comprometidos social y culturalmente con diversas raíces y modos de percibir y adaptarse al mundo. Por si fuera poca nuestra original discrepancia, nos hayamos en un momento de tensión que deja al Estado a merced de los embates capitalistas que acosan sus propios cimientos.
Es inevitable que se den los cambios; el mundo no era políticamente lo que es. No había naciones, ni partidos y la conducción de los grupos humanos se dio de múltiples formas a veces favorables y en ocasiones desfavorables a los intereses o necesidades colectivas.
El sistema mundo se haya en crisis, indudablemente. Hay agotamiento global en todos los órdenes sistémicos, desde los ecosistemas hasta las sociedades urbanas y no se diga en las zonas alejadas que cuentan con recursos codiciables.
Esta realidad juega en nuestro territorio e incide agudamente en las decisiones que se toman. De ahí parten las luchas. Existe una pugna mundial por los recursos estratégicos como los hidrocarburos o el agua. No hay códigos establecidos ni reglas para librarlas que no sea la ley del capital, la oferta y demanda controlada por no más de un millar de individuos en el globo.
Ante esta situación nos queda la salida ciudadana a través de la política y esta desafortunadamente se ajusta a las formas y moldes ya viciados y obsoletos que no hemos descartado en México, con todo y su arcaico ceremonial.
La lucha por el poder político no se da en el marco de contiendas electorales transparentes si no en base a arrebatos y cheques millonarios que compran servicios de comunicación masiva, entre otros paquetes diseñados para dar triunfos al mejor postor.
Época mediática en la que un puñado de articulistas pueden hacer y se esfuerzan para que les quede mejor el diseño de la hoja que cubra el bosque invadido de depredadores, esos sí que deberían estar en primer plano para encontrarles remedio, fumigarlos con la razón y la verdad difundida cabalmente.

viernes, 14 de marzo de 2008

Instituto Mexicano de la Impunidad

El único logro afianzado por quienes encabezan el gobierno ilegítimo es haber institucionalizado la impunidad.
Felipe Calderón y sus secuaces han consolidado una institución sui géneris donde la impunidad es la divisa de pertenencia. Entre más encumbrados estén los aspirantes a impunes en los puestos gubernamentales, mayores posibilidades existen de ganar impunidad a través de cometer delitos. El Instituto Mexicano de la Impunidad
(IMI), fundado por ex presidentes y cónyuges, hijastros, cuñados y demás familiares que pululan en torno a donde hay tajada, se consolida como la más fortalecida de las instituciones mexicanas, gracias al empuje que le han inyectado la anterior y actual parejas de Los Pinos. El afamado dúo dinámico que cogobierna hasta ahora, es capaz de convertir pingues estaciones de gasolina en deslumbrantes torrentes de oro negro de las profundidades marinas. Con inusitado ahínco, ha creado una cuasi inexpugnable fortaleza donde se estrella cualquier amenaza de aplicar la ley, verdadero estorbo de gobiernos que “haiga” sido como “haiga” sido, buscan hablarse de tú con los gringos.
El
IMI no acepta que el infelizaje se cuele a sus filas. El primer requisito es militar en el PAN, PRI, o en su defecto comprobar pertenencia al Yunque o alguna liga de extrema derecha. Algunos, han logrado su filiación a través de sus empresas y hasta por medio del sindicato de la Gordillo. Obviamente que los padrinos de la ceremonia de iniciación son las televisoras que también fungen como diáconos de la impunidad.
Una vez incorporados, los miembros han de aplicarse en amasar fortunas gracias a que el presupuesto y los recursos del país dan hasta para los extranjeros.
“Cerremos filas”, es el lema del Instituto que se sostiene de la solidaria complicidad de sus integrantes.
No han faltado, así es México, los donadores espontáneos de estatuas y óleos para adornar el Salón de la Impunidad.
El estatuto principal del
IMI señala que debe quedar por encima del resto de las instituciones. Toda autoridad se subordina a lo que ordenen sus máximos dirigentes y el concejo de fundadores.
El abuso de la fuerza del Estado, la pederastia, los delitos electorales, los atentados y hostigamiento a periodistas, el enriquecimiento apalancado en los cargos públicos, entre otros procedimientos y conductas, se consideran como filones de impunidad que pueden repartirse unos cuantos merecedores y meretrices del poder para continuar campechanamente sus vidas. Ellos son los baluartes del organismo que ya comienza a figurar internacionalmente, comenzando como evidencia por la respuesta de la
CIDH que ha emitido recomendaciones, aunque éstas por lo regular terminan pelándoles los dientes al IMI, al igual que toda consideración de orden moral o civil. Así es la hibridación del cinismo y el poder.
Ya tiene de que presumir el grupo que dirige uno de los dos presidentes que tiene México actualmente y quien se inclina por apoyar los negocios privados bajo el manto del gobierno. Han creado un organismo donde lo que anteriormente se tipificaba como delitos relacionados con tráfico de influencias u otros excesos, ahora es ético y legal. Vaya imaginación y afán de hacer dinero a costa de engañar a la sociedad con todo tipo de fraudes, argucias, complicidades y mentiras.

lunes, 10 de marzo de 2008

El envilecimiento del poder crea tempestad

Si tiene su conciencia operante el presidente Calderón debe admitir que está en jaque. Su mitad Mouriño, se tambalea ante una evidencia más de defraudación nacional.
Estos siameses de los negocios al amparo de la política, deberán inevitablemente someterse en cuestión de días a una intervención quirúrgica que los va a separar. La intervención implica dejar al descubierto los tejidos enfermos que les unen. Aquí caben varias preguntas para tratar de responder cómo, cuándo, qué los unió, hasta dónde son uno sólo y quién más está con ellos.
Obviamente que la cohesión se dio en caldo de billetes y muchos, tantos como para comprar la tercera compañía petrolera más grande del mundo. ¿Podrán Televisa y su comadre Tv Azteca, cubrir con su vieja sábana el quirófano para que no se vean los gusanos que seguramente brotarán durante la operación?
Al parecer son dos divorcios los que se dan en la misma sala donde en otra mesa el
PRIAN dejó de ser para volver a su origen PRI – hasta aquí te acompaño, compadre-. La bancada tricolor, experta en aguas bravas, despliega el velamen para bogar en pos de la interna de 2009 y el posible regreso al poder en 2012.
Con el ex aliado abatido y descompuesto en su propio jugo producto de la perversidad del poder, las cosas le pintan mejor para enfrentar a un
PRD que pese a sus fracturas se muestra sólido.
Si las cosas continúan huracanadas dado la presión de los afanes privatizadores, el regreso de
FRA a Bucareli no está descartado. Para sobrevivir, FECAL necesita continuar respaldado por quienes le llevaron a Los Pinos y algunos de estos hilos estratégicos y de peso económico fueron proporcionados por el hijo de Jamay, su operador político número uno en los momentos álgidos de 2006-2007.
Si el
PAN no hace lo que hasta el momento ha sido absolutamente incapaz, es decir, política de altura con manos de seda, el barco se les va a hundir y lo peor es que el naufragio lo pagaremos todos.
Tienen en sus manos las cabezas de una familia completa que se hizo multimillonaria mientras el padrastro fue presidente. Tal vez ponerlos sobre cubierta y en la borda para arrojarlos a los tiburones pudiera calmar la furia de la tempestad mientras se avizora un puerto.
El problema aquí estriba en que se abriría con el escarmiento público otra cloaca y ello quizá acarrearía una epidemia de escorbuto por faltar el alimento fresco y de calidad para la tripulación ciudadana.
Lo que se haga tiene que ser con sabiduría y por fin con algo de ética. ¿Pueden compaginar la ética y los intereses, en las compañías nacionales, extranjeras o híbridas que pusieron a su servicio a los políticos? ¿Se les ha visto a los políticos-empresarios algún indicio de sabiduría?
Mientras se resuelven estos asuntos, el capitán del sol azteca que prestó el catalejo para ver el ciclón en toda su magnitud, antes de que se desgarrara y se rompiera la verga de la nave, se fortalece y acapara, nada nuevo, los binoculares mediáticos. Sus instrumentos; brújula y sonda, trabajan a la perfección pues lo mismo informa de bancos y aguas bajas, que de ataques filibusteros.
Así vamos, con tremendo lastre y arrastrando el ancla quien sabe hacia qué derrotero.
Las voces que piden cambio de piloto y timonel se hacen escuchar más. Con razón si ya llevamos veinticinco años a la deriva.

jueves, 6 de marzo de 2008

Corrupción con alas

La nueva legalidad y ética que presume el secretario de gobernación calderonista Camilo Mouriño, admite que los funcionarios y servidores públicos respalden y hasta firmen contratos que benefician comercialmente a sus propias empresas o las de sus familias.
Terminó hace unos minutos un programa en el que López Dóriga dirige algunas preguntas al empresario político donde éste afirmó al responder que efectivamente siendo funcionario público firmó los contratos entre la paraestatal y los negocios donde funge él mismo como apoderado legal y no veía en ello ningún ilícito. Bueno, si no se conoce la ley, pues tampoco sabe uno cuando se le inflige.
Ante la pregunta de los contratos directos que no pasaron por licitación como lo señala la ley, simplemente contestó que se hicieron como se hace cualquier contrato. O sea, todo está bien, las fortunas vertiginosas, los contratos entre
PEMEX y los negocios familiares, todo!!! Bienvenidos al paraíso de las leyes invisibles o maleables.
La lógica torcida del funcionario-empresario juzga además a quienes advierten de los delitos y saqueos, como gente interesada en que “México no salga adelante”. Como si la salida fuera el enriquecimiento ilimitado de quienes rodean a Calderón y las familias que le heredaron el cargo para seguir en su eterno agosto.
Al tratar de lavarse las manos “limpias”, se refirió en específico “al ama de casa que nos está viendo” para demostrarle, convencerle, de que él es una blanca paloma iberoamericana.
Le dieron sus cinco minutos en el estelar de Televisa y seguramente piensa que con eso es suficiente para continuar incrementando los negocios sin que los ciudadanos nos molestemos en protestar.
El señor Mouriño invita con su ejemplo a que toda la burocracia se desquite y aproveche el cargo para hacer o multiplicar su patrimonio.
La era Mouriñista-calderónica, avala las firmas de los funcionarios en contrataciones de obras, servicios o hasta vicios como las tangas del sexenio pasado.
De aquí en adelante es válido, “perfectamente legal”, según la nueva Constitución de esta mancuerna, el enriquecimiento que puedan procurarse los “servidores públicos”, gracias a las ventajas de contar con un hueso, aunque éste no sea de mucha importancia. Vaya aliento a la corrupción.
Seguramente se frotan las manos miles de trabajadores que se “sacrifican por la patria” ya que por fin un funcionario de alto rango sale a dar la cara por una práctica que se mantenía como tabú. ¡Sí se puede! ¡Sí se puede! ¡Sí se pudo!!! ¡A hacerse de cuanto contrato se pueda, entre socios, familiares, inversionistas y el gran papá gobierno!
El Estado, convertido en el gran cliente o proveedor, abre sus puertas de par en par a los visionarios que le puedan comprar o vender lo que sea. Mejor aún si esa gente está dentro o tiene algún contacto en el aparato que lleva las riendas. Ya nada más faltan unos spots para “motivarnos” a respaldar el esfuerzo y compromiso de sacar ese otro tesoro profundo que tenemos los mexicanos.
Jodidos los pobres que no tienen empresas para venderle algo o comprar aunque sea la chatarra de la
CFE
La corrupción se legaliza a la par que el petróleo se privatiza o termina de privatizarse y cualquier razonamiento que se incline a señalarlo se juzga como “ataques mediáticos” por parte del secretario de gobierno quien no abandonó el estudio sin darnos un buen chiste –menos mal- dijo que se “habían metido hasta con mi madre” y que “fueron hasta la tumba de mi abuelo y se trajeron su acta de nacimiento”. Vaya, un sepulcro con archivo y toda la cosa. Humor involuntario de un millonario más que se divierte y saca provecho de la política.