viernes, 29 de febrero de 2008

Peligros en cuatro patas

La carretera Guadalajara-Chapala es considerada como una de las más peligrosas del país por los innumerables accidentes fatales que ocurren en su trayecto.
No tan sólo son el excesivo tráfico, los cruceros y retornos, factores que hacen de esta vía un enorme peligro para conductores y acompañantes, si no que además existe otra amenaza que ha cobrado muchas víctimas sin que las autoridades hagan algo al respecto: el ganado que constantemente invade la carretera.
El pasado jueves por la noche un familiar se dirigía hacia la mencionada población ribereña y a la altura de un lugar conocido como “Brisas de Chapala”, impactó su automóvil contra una vaca, causándole la muerte y salvando la vida él gracias a que instintivamente se arrojó al piso del vehículo.
Por fortuna los vecinos y algunos automovilistas brindaron ayuda y proporcionaron datos del propietario del animal, siendo éste perteneciente a una familia de apellido Díaz. Al parecer se trata de gente ligada a la política local (ex presidente municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos) además de ser dueños de las vacas y otros negocios como una piedrera. El propietario se dijo influyente y solamente estuvo dispuesto a ofrecer tres mil pesos para reparar un automóvil compacto totalmente destruido del frente, aduciendo que jamás había perdido juicios por los daños que ocasionan sus vacas a los conductores. De manera que el desafortunado conductor los tomaba o se resignaba a pagar la compostura siendo la víctima por la terrible y cínica irresponsabilidad de este sujeto.
Esta clase de gente que ni siquiera se hace responsable de sus animales y las tragedias que provocan, deberían ser sancionadas con rigor ya que exponen la vida de las personas.
Por su parte el gobierno está obligado a garantizar la seguridad de los automovilistas y orientar acerca de dónde o a quién es posible reportar cuando el ganado representa un peligro.
Tal tercermundismo es el que aleja el turismo y con razón. A toda la gente que vaya a Chapala hay que advertirle que puede sufrir un accidente porque los ganaderos son influyentes y carecen de escrúpulos para evitar que sus animales anden sueltos por la carretera.

martes, 26 de febrero de 2008

Gobierno de delincuentes

Gobierno usurpado por delincuentes. Se escucha fuerte, sin embargo los tiempos requieren que se digan las cosas por su nombre. México es gobernado por un ladrón y corrupto personaje que ha dejado huellas de su dudoso pasado: “haiga sido como haiga sido” es su lema favorito. Junto a él se instalaron en el gabinete otros más que cierran el círculo para continuar saqueando al país.

Seguros de contar con la protección de las fuerzas armadas mexicanas y gringas, además de los medios de comunicación vendidos o aliados, se han lanzado para entregar a las empresas extranjeras el mayor bien que tiene el pueblo de México que son los recursos energéticos, principalmente el petróleo.

Están comprobados y documentados los contratos que se realizaron a partir del 2000 para beneficiar a las empresas del cómplice de Felipe Calderón, que ahora es el secretario de gobernación a pesar de su nacionalidad española. Cuando el presidente espurio era secretario de energía hizo mancuerna con su hoy ministro. Este par de pillos cometieron varios ilícitos de los cuales se darán a conocer más detalles en los próximos días de acuerdo a lo que vimos en una entrevista que le hizo hoy Carmen Aristegui al presidente Andrés Manuel López Obrador en CNN. Es decir, actuaron como funcionarios y empresarios beneficiando sus empresas con el erario. Práctica bastante común entre los políticos de baja calaña como uno que cobra en el gobierno de Jalisco y vende sopa de dudosa calidad, tal como es su moral.

La corrupción en nuestro país ha alcanzado niveles inéditos en esta desafortunada etapa donde un grupúsculo de facinerosos roban el futuro de los mexicanos. Tratan de apropiarse los recursos estratégicos, además de las materias primas y otros bienes que le arrebataron al pueblo, como las más de mil empresas privatizadas, sin que se haya visto beneficio alguno, como el caso del ferrocarril. Cada día se palpa más pobreza y deterioro en todos los órdenes de la sociedad y de la naturaleza. La nación desde hace veinticinco años retrocede en cuanto a la calidad de vida que puede brindar a los ciudadanos. Ya el mundo voltea hacia México con preocupación por lo que pudiera venirse. EU entró en la etapa recesiva y la tensión social se manifiesta en distintos focos en tanto los grupos violentos manchan de sangre todos los días que transcurren.

Será muy difícil aguantar cinco años mientras la mafia acaba con México. Es importante la unión ciudadana para exigir la destitución de este gabinete conformado por enemigos. Manifestemos nuestro rechazo a que entreguen a particulares la principal fuente de ingresos del país.

Ojala que los sensibles oídos y corazones de los militares patriotas, que sí los hay, conformen un cuerpo que asuma el mando en lo que se convoca a una nueva elección o se reconozca el resultado del 2006, que sin duda favoreció al presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador.

Todo ello para evitar un derramamiento de sangre que pudiera ser una verdadera fatalidad para las familias.

El movimiento de resistencia civil es totalmente pacífico, sin embargo ya no es posible permanecer en espera de una elección limpia para cambiar el infortunio que han acarreado quienes se dicen representantes de los intereses de los mexicanos y en realidad son cínicos traficantes del poder para ellos mismos.

Llegó la ora de echarlos fuera antes de que acaben con lo que se conserva para el pueblo que son sus recursos naturales, hoy fatalmente comprometidos por la misma causa: la ambición sin freno y la ausencia de escrúpulos que distingue al presidente y quienes le ordenan y secundan.

viernes, 15 de febrero de 2008

Amarillo pálido

No se si ya calcularon en la dirigencia nacional del PRD que con cualquiera de los candidatos a ocupar la presidencia estatal de Jalisco, su partido en el 2009 no irá más allá de su cifra record de catorce por ciento de votos obtenida en el 2006, eso si les va bien y también dependerá el resultado en alguna medida de cómo se acomoden las cosas en el DF.
Y no deduzco lo anterior porque les falte algo a dichos aspirantes, si no porque el PRD en Jalisco se ha despeñado que no desempeñado, que es muy distinto.
Sus diputados en lugar de capitalizar políticamente las constantes trastadas que cometen los gobernantes y funcionarios fieles a la costumbre de equivocarse en todo o casi todo, se unen al corifeo de privilegiados que viajan por cualquier pretexto y se venden como tapaderas o negocian las pifias para que no se hagan demasiadas olas en este de por sí mar embravecido, todo con tal de seguir en el presupuesto.

No se les conoce realmente una trayectoria con propuestas e iniciativas a favor de las clases más desprotegidas según el espíritu del partido amarillo, si no más bien se les ve actuar en el montaje, casi diría pillaje, al que se ha rebajado la política, donde los que se reparten el pastel procuran apurarse para que no se les pasen los trienios o sexenios sin hacerse de algo que les resuelva el problema económico, muchas veces hasta por varias generaciones. O sea, los del PRD aquí se hacen como los del PRI antes y el PAN ahora, incluso algunos de ellos ya han probado suerte en dichas franquicias políticas. Amenazándose entre sí, según alguna denuncia judicial y tildándose de locos, no creo que lancen una buena imagen hacia ningún lado que no sea otra cosa que un bumerang de estiércol que se reflejará en las urnas.
Tampoco acusar a
RPL de todos los males que aquejan a las corrientes que se duelen de su enorme influencia y capacidad de convocatoria, es una vía recomendable para medio comenzar a construir algo que pueda enfrentar electoralmente a los contrincantes mucho más posicionados en Jalisco.
Le huyen a Raúl como si se tratara del mismo Belcebú y eso es un error garrafal porque si alguien tiene reconocimiento de propios y extraños es el líder del grupo universidad. Independientemente del oficio político de ligas mayores que le distingue, el licenciado está muy por encima de las bravías huestes que todavía no superan la etapa de los cachazos y montoneadas. Pobres cachorros, no basta con haber andado en grupitos o tener apellidos conocidos en el mundillo de la política local para ascender en esta carrera. Como en todas, se necesita en primer lugar amplia cultura, estudios, lecturas, pulir el intelecto y con ello los modales y las formas que más tarde serán aplicadas en los despachos, congresos o con el patrón de todos que es el pueblo.
Con trajes o autos de marca y tertulias con vinos importados no se cubren las carencias y mucho menos pagando la cuenta con cargo al erario. “Por sus frutos les conoceréis”.
Lástima por esta opción de la izquierda que no más no se haya en la tierra del tequila. No ha sabido oponerse a las aplanadoras de las mafias locales para frenar asuntos como Arcediano o aquél famoso crédito japonés al que se opuso y venció la iniciativa del entonces diputado por el
PRD, el mismo RPL que no quieren, nada más por que invariablemente les impone su voluntad, es decir les gana de todas, todas. Así cómo.
A menos que se dispongan a aprender, escuchar consejos de alguien mucho más experimentado y exitoso en la política, no se levantarán del polvo donde se devanean jugando a que se les respete por quien sabe qué motivo.
Será mejor sin duda irse por caminos sensatos y salvar la posibilidad de hacer algo digno en Jalisco en las internas y en las federales.

Ríos de corrupción

Muchas voces se unieron desde hace años para protestar por el deterioro ecológico de ese caudal llamado Río Santiago que escurre por la barranca procedente del Lago de Chapala, que a su vez se nutre de las aguas altamente contaminadas y comprometidas del Río Lerma.

Con algunas honrosas excepciones, los medios masivos hicieron mutis por no incomodar a la autoridad; por cierto la Coparmex tiene gran interés en la construcción de la presa en Arcediano. Esto se explica en el ahorro que significa para los industriales, a quienes corresponde absorber los costos de desintoxicación del agua que ellos contaminan, pasarnos la factura a los ciudadanos a través de obra pública. El cianuro, arsénico, plomo y demás metales, son mucho más peligrosos para la salud humana y la vida en general, que el simple detritus doméstico. Que no nos traten de engañar como acostumbran, ya basta.

En un punto donde se une a esta cloaca el afluente mucho menos tóxico del Río Verde que llega desde la zona de los Altos, es donde los gobernantes, entre otros beneficiarios del negocio, comenzaron las obras de la presa de Arcediano, dizque para traer agua potable a la ciudad de Guadalajara, después de bombearla desde el espejo de agua de la presa hasta unos seiscientos metros de altura, acarreando de paso un costo elevadísimo de electricidad que obviamente pagaremos todos. Hace años realicé un reportaje en video que muestra la opinión de lo vecinos de Arcediano cuando fueron éstos desalojados del poblado donde nacieron y crecieron. Se les mintió y agredió con la fuerza del Estado, que tampoco tuvo reparos para violentar leyes ecológicas e hizo oídos sordos a todo reclamo u opinión ciudadana que se manifestó contando con información científica sobre los inconvenientes de la obra, presentando además opciones mucho más viables para el abastecimiento de agua. Sin embargo, ahí les conviene hacer el proyecto para sus fortunas personales u otros intereses que quizá puedan ser de las trasnacionales, según lo que vemos que sucede con los recursos del país. En el video aparece también uno de los principales promotores del proyecto quien admite el incremento de tarifas eléctricas que costeará la sociedad y el elevado costo de saneamiento de aguas a base de plantas de tratamiento, como si estas realmente funcionaran. Esto lo podemos constatar en las plantas instaladas en las cuencas de Chapala, Cajititlán y Tlajomulco, por cierto este último municipio donde impera la corrupción urbanizadora es sin duda otro lugar donde pueden morir menores si llegan a caer en los canales altamente contaminados por industrias y cientos de fraccionamientos. Se les ha dejado llevar aguas negras a cielo abierto hacia la Laguna de Cajititlán. La pestilencia en los alrededores de San Miguel Cuyutlán es insoportable y por si fuera poco, se tiran desperdicios de las granjas avícolas en pleno campo. Todo ello es consecuencia de la ambición desmedida de los fraccionadotes en contubernio con trabajadores del ayuntamiento y otros políticos. Es un asco y una bomba de tiempo Tlajomulco, igual que el Salto.

Lamentablemente esto no cambiará si continúa la inercia que confunde el acto de gobernar con dedicarse simplemente a negociar y hasta delinquir al amparo de los cargos públicos.

jueves, 14 de febrero de 2008

miércoles, 13 de febrero de 2008

Fuego amigo: vientos de Jalisco

Quién sabe hasta cuándo van a reaccionar las huestes del tricolor jalisciense que no ven una desde que el caballo negro tomó las riendas del estado. Se les ha ido el tiempo desgastándose en elegir candidatos que más tardan en ser identificados por la gente que en salir derrotados por los cuadros del blanquiazul que no suelta prenda, así tengan que comprar los medios de comunicación. Entre rencillas internas y uno que otro acto donde asisten cada vez menos militantes cuyos rostros no ocultan la nostalgia por el poder, el otrora partido que dictaba los cómo, cuándo y de qué forma se llevara a cabo la vida política nacional, se conforma ahora con acompañar los trechos que recorren los nuevos dueños de la casa, por si algo se les ofrece. Muy semejante es lo que ocurre en el ámbito nacional; pareciera que el PRI asume no gobernar como una expiación y yéndonos más suspicazmente, hasta como una conspiración de ultraderechas que pretenden conservar el poder de manera bipartidista eliminando en lo posible al enemigo común.

La falta de propuesta del Revolucionario Institucional puede entenderse como aceptación tácita de lo que pretenden los de Acción Nacional, cuya esencia no es otra cosa que el continuismo neoliberal instalado con mayor ahínco desde comienzos de la década de los ochenta.

No puede atacarse lo que ideológicamente se comparte. De ahí que el surgimiento de una verdadera oposición por parte de quienes eran gobierno, es, en estas circunstancias, letra muerta.

Los que sí se mueven por aquí son los cuadros de la izquierda, principalmente los perredistas que pretenden la dirigencia nacional y otros que también buscan o traman algo en estas tierras llenas de jal. No parece una simple coincidencia la visita que hacen a la entidad líderes como Encinas, Mario de Constanzo y Claudia Scheinbaum, casi en la misma fecha.

Algo se conoce y seguramente de ahí deriva una trama o estrategia específica para Jalisco por parte de la dirigencia del partido del sol azteca. Tiene sentido además, dado el mosaico político nacional, hacer algo importante en estas latitudes y momentos.

Cuna del destape, llámese presentación extra oficial de las intenciones de quien encabeza el actual gabinete, el estado tiene fuertísimo arraigo clerical y conservador en términos amplios. No obstante es también históricamente centro de operaciones de grupos radicales de diferentes corrientes y se han desarrollado aquí conciencias reformistas y revolucionarias. Jalisco es emblemático en la vida del país, independientemente de los grupos e intereses de todo tipo que confluyen en esta tierra de próceres, charros, chivas futboleras y ahora domicilio de moda de las familias del narco, que ya se confunden entre la “alta sociedad tapatía”.

La red de resistencia civil contra el fraude electoral y las secuelas privatizadoras, tiene gran presencia en la región. Los movimientos como Redes Ciudadanas, Mujeres por la Democracia y otros que conforman el Frente de Redes Ciudadanas de Jalisco, mantienen comunicación entre sí donde transmiten información sobre agendas políticas, análisis inteligentes de los ataques que el gobierno de facto hace constantemente al Estado de Derecho y a los ciudadanos a través de las políticas fallidas para la reconciliación nacional y el desarrollo social y totalmente favorables para el enriquecimiento de la oligarquía. Organizan marchas, conferencias, talleres de instrucción política y democracia. Realizan copias de material video grabado, editan boletines impresos y electrónicos, en fin; llevan a cabo una labor pacífica bastante activa que busca frenar la venta de tianguis que ha emprendido el gobierno federal sobre los bienes de la nación, entre otros exabruptos producto de la mezcla de la ambición y la ignorancia que caracteriza a las huestes encumbradas de los partidos que cogobiernan. Enemigos del saber universal, del nacionalismo y amantes del billete, se desviven por enfilarse hacia los puestos donde exhiben su verdadera esencia mientras desgarran a México, de por sí bastante acabado por la miseria intelectual y espiritual de los dirigentes de los últimos sexenios.

La gente de Jalisco es de tendencia conservadora y no fácilmente se enrola en las agitaciones que conllevan los cambios de época. El propio Obregón renegó del escaso eco que tuvo entre los lugareños el llamado revolucionario. Sin embargo, hay registros en esta tierra acerca de hechos importantes durante los tres grandes movimientos de nuestra historia patria: la guerra de independencia, la reforma liberal y la revolución. Además, se desató aquí y en los estados vecinos la llamada Guerra Cristera donde se enfrentaron los extremos fanáticos que subyacen en el pueblo.

La aparente tranquilidad y conformidad de la gente puede transformarse en ímpetu arrollador y eso lo saben quienes vienen al estado a cubrir una agenda política.

martes, 5 de febrero de 2008

Información industrializada: el infomundo oculto

Las áreas noticiosas de los medios de comunicación tradicionales se cuentan entre las agencias más informadas de la sociedad. En estos lugares confluye toda clase de información que llega regularmente por distintas vías, independientemente de que tienen a su servicio agentes especializados en rastrear y recabar datos en las fuentes donde suelen encontrarlos para convertirse en noticias.

Mas no todo lo que recogen o reciben estos centros sale de ellos como tal, puesto que alguna parte de lo que los periodistas conocen a través de sus indagatorias o informantes se queda en la agencia mediática y en ocasiones ni siquiera ahí, si no que lo conserva el propio agente, es decir, el periodista que lo investigó y esto también conlleva sus razones y efectos, dependiendo de los motivos, estrategia, e inclusive el grado de experiencia alcanzado en la profesión.

Las oficinas y salas de redacción o edición, se vuelven bancos concentradores de datos que son evaluados para determinar si se les aplica y de qué manera el carácter noticioso. También se deciden al interior de dichos departamentos los casos que es necesario archivar y lo que pudiera utilizarse en algún momento predeterminado, al igual que todo aquello que es menester invisibilizar o silenciar indefinidamente.

El sentido amplio de los acontecimientos, los contenidos completos de las declaraciones o acuerdos, los diálogos o documentos que constituyen la información que se genera en los ámbitos políticos, judiciales y económicos, entre otros, es algo que en ocasiones se desconoce públicamente porque no sale de los propios medios de comunicación. Toda esa suma de datos que obtienen o reciben tales organizaciones, constituye la información de la cual desprenden noticias en sus distintas variantes y estilos. Sabemos por los estudios sobre prácticas periodísticas, que los equipos humanos que forman los centros donde se recibe, procesa y transmite información, se ven envueltos en el entramado que tienen los acontecimientos, siendo ellos mismos los receptores en primera instancia, del acontecer de donde extraen y transforman, aunque muchas veces deforman, aquello que luego transmiten como noticia.

Casi siempre tratando de mantener un canon o línea editorial, se da a los acontecimientos que posteriormente se convertirán en mensajes, cierto tratamiento en función de los intereses, sobre todo económicos pero también políticos, que mantiene la empresa que comercializa los productos mediáticos.

Tanta importancia puede tener algún asunto que se divulga, como también otro que deliberadamente se deja bajo archivo en cualquier formato o en la memoria humana de quienes lo palpan. Las oficinas y los propios periodistas a menudo son destinatarios de informes que proporciona la gente sobre innumerables hechos que atañen a individualidades o colectividades y que muchas veces conllevan elementos de injusticia o violaciones de derechos humanos y hasta comisión de delitos graves. Es común que se reciban mensajes anónimos y también que acudan grupos o personas dispuestas a informar por razones que van desde problemáticas particulares, hasta cuestiones de índole comunitaria como salud pública, inseguridad u otras.

Por motivos que sería interesante analizar en otro artículo, hay quienes prefieren denunciar ante los medios de comunicación, en lugar de hacerlo directamente en las oficinas del ministerio público o en otras instancias correspondientes al caso.

Lo mismo sucede con los políticos cuando deciden deshacerse de un enemigo o simplemente para golpear al o los grupos contrarios; es muy recurrente la estratagema de filtrar información comprometedora a los periodistas u otros actores relacionados que puedan en determinado momento publicarlo y es lo que vemos aparecer en los medios bajo las formas o el estilo que guardan cada uno de ellos.

Cabe preguntarnos cuánta de esta información contiene elementos que atañen a la seguridad nacional, como las actividades de las organizaciones delictivas, el arribo o fuga de capitales, decisiones, fricciones, pugnas, pactos, irregularidades, autorías criminales y todo aquello que se encuentra parcialmente revelado o velado.

Los medios de comunicación reciben información “privilegiada”, en tanto la procedencia de la misma según la legitimidad de las fuentes y la oportunidad con que se capta. Quienes manejan información saben acerca de movimientos financieros u otros que impactan en la vida íntima o personal de los sujetos. Conocen antes que la mayoría acerca de lo que sucede y conlleva trascendencia en la comunidad. Dialogan con los actores que destacan en la toma de decisiones. Toman lecturas y a su vez las pasan a las audiencias bajo un troquel que las ajusta a los respectivos formatos y líneas editoriales. La transfiguración que sufre la información semeja las líneas industriales que fabrican y acoplan piezas. El amoldamiento mediático de los hechos que se narran se encuentra diseñado con la intención de causar impacto en los receptores, a quienes se pretende convencer de una realidad convenientemente construida por los grupos que controlan los medios de comunicación. Lo que se queda es la información oculta que se vuelve prácticamente inaccesible y solamente puede inferirse en mínimas porciones, con el inconveniente de tener piezas aisladas que pueden distorsionar aún más la verdad.

Otra forma de acercarse en forma abstracta a ese nicho escondido, el infomundo oculto mediático, es por contraste respecto de lo que publican los medios de comunicación alternativos como la televisión por cable, las radios independientes, los blogs, cada día más extendidos, los testigos anónimos que captan, gracias a la tecnología de imágenes y audio, cualquier cosa que pueda aportar datos, entre otros que se incluyen en la sociedad de la información en la era pos moderna. El trabajo que reúnen permite en ocasiones desnudar las verdades subyacentes, los trasfondos y auténticas causas o móviles de los acontecimientos.

Los sitios no controlados por los poderes que manejan la información que circula en los medios masivos, tanto de carácter público como privado, representan la antípoda del infomundo oculto mediático. Revelan indirectamente esta sedimentación del acontecer que tiene lugar al interior de los medios experimentados en manipular la información con recursos que van del ocultamiento total de hechos, testimonios y sujetos, al maquillaje con efectos especiales.

Los segmentos informativos libres ayudan a construir la realidad acontecida con elementos que la conforman o intervienen en el espacio y tiempo en que tiene lugar, sin que sea refinada por los ensambles mediáticos que se rigen por el dinero. Aún sin contar muchas veces con todos los cabos que dan cuenta de lo sucedido que permanece oculto, es posible realizar una tarea analítica que lo devele gracias a la información que circula por vías distintas a las que controlan las empresas. Los medios alternativos apoyados en sectores de la sociedad que se vuelven partícipes en el debate público, se ven emplazados a cubrir cada día con mayor eficiencia y creatividad los vacíos informativos que tratan de mantener los consorcios de la radio y la televisión comercial.

La transformación de las mediaciones en la crisis social: una disyuntiva mercantil ante el desafío ciudadano

En una sociedad controlada cada día más por los intereses del mercado, la organización capitalista globalizada y “liberada” de los anclajes restrictivos o reguladores, conformó una estructura en la que una minoría influye decisivamente en la opinión e interés de la mayoría. La tecnocracia apuntalada desde el poder de las minorías capitalistas, puede coartar las corrientes de opinión pública de las mayorías a través del control del know how científico y de los medios de comunicación.

Las garantías constitucionales de la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de reunión, cuyo propósito ha sido asegurar gobiernos con una visión para el pueblo, adquieren nuevos significados a partir de la irrupción de un fenómeno tecnológico que llamamos “era digital y/o virtual”. Sin embargo, estas herramientas de acceso limitado como son los teléfonos o las computadoras, que pudieran servir para abrigar dichas libertades, en realidad se utilizan como medios modernos de comunicación que incrementan el poder de los acaparadores de la información y del conocimiento, en lugar de aumentar las redes que verdaderamente proporcionan oportunidades en condiciones de equidad para los miembros de la mayoría. Los monopolios formados por los dueños de las grandes avenidas por donde transitan los cibernautas y demás usuarios del espacio radioeléctrico y la telefonía son un claro ejemplo de ello.

De acuerdo con el filósofo Iván Illich, la desescolarización de la cultura y la estructura social requieren el uso de tecnología para que la política de participación sea posible. Solamente con la base de “una coalición de la mayoría podrán determinarse los límites a los secretos y al poder creciente sin dictadura. Necesitamos un nuevo ambiente en el que el desarrollo sea sin clases, o tendremos un “Mundo feliz” en el que el Big Brother nos eduque a todos. (Illich, 2006:146). Al parecer estamos inmersos en esta especie de panóptico mediático que dictamina para todos lo que unos cuantos han acordado.

La acción participativa, como mecanismo de defensa ante las decisiones de elite, opera, ciertamente, a través de distintas agrupaciones ciudadanas que han mantenido un frente de inconformidad manifiesta y explícita contra las inconstitucionalidades que parecen ser la constante en una sucesión de regímenes de marcada tendencia neoliberal y cuyo discurso sustentado en la fuerza mantiene a la república en el límite de su estabilidad social y política. Sin embargo, no ha sido suficiente hasta ahora la movilidad civil para generar los cambios desde las bases ciudadanas o en forma mixta en lugar de ejercerse solamente desde las cúpulas, como sucede desde hace décadas.

Están a prueba los caducos armazones institucionales, el frágil y acomodaticio marco legal, los intereses capitalistas y la acción participativa organizada desde y entre los ciudadanos. La tensión se agrava al intensificarse el choque de fuerzas con el arribo y protección conseguida por los poderes fácticos que, subterránea o abiertamente, inducen el imperio del crimen, cuyo poder se equipara o quizá supera cualquier otro, lamentablemente.

El poder utiliza el discurso y por lo tanto su contenido oral y/o visual tiene consecuencias sociales. De ahí que los dispositivos de la comunicación sean regulados y controlados, de ahí también que proliferen cada día más los medios alternativos. En el discurso se manifiesta la organización de la autoridad. No cualquiera tiene derecho a dar órdenes ni tampoco a hablar, no todos son vistos, escuchados ni obedecidos, aunque su mandato sea únicamente el respeto a sus derechos humanos. Como práctica, “el discurso se carga de volumen histórico.” (Martín Barbero, 2002). De espaldas a las mayorías, cada día más apartadas de quienes asumen el “control” social, se planifican y toman los acuerdos que comprometen a los grandes conglomerados a mayor aislamiento y precariedad “Y de un modo especial en los tiempos de “crisis” como el nuestro, cuando los discursos participan masivamente en esa forma de control profundo que consiste en hacer que los pueblos, las masas, acepten como respirable lo que les asfixia”. (Martín Barbero, 2002: 71). Los discursos se traducen en fuerzas desconocidas que hacen de y con nosotros, pero muy poco nos dejan hacer con lo otro u otros que se encuentran más allá de nosotros. Somos dominados sin comprender con exactitud qué nos domina, por qué y sobretodo quién. Sentimos los efectos por lo que ya no tenemos de voz y presencia en el lugar donde se resuelven los asuntos colectivos. Se sabotea y sofoca la expresión por negársele canales o espacios amplificadores. El vertiginoso entrecruzamiento de intereses se suma a la avidez de los más rapaces y se nos diluye o aparta, para no serle obstáculos. Paradójicamente esto sucede cuando la sociedad se ha llamado a un “nuevo despertar” y adquiere, como nunca en la historia, el derecho a la representación y las libertades que únicamente la literatura exhibía como humanamente plausibles. La fuerza de la ola neoliberal nos cae encima justo cuando acallamos terribles fanatismos y barreras comunicacionales y cognoscitivas, mismas que nos mantuvieron siempre sujetos a los dogmas raciales, ideológicos y principalmente religiosos. Recién inauguramos una era de ruptura de “viejos moldes”, se nos vuelve a amoldar, pero en esta ocasión a base de convertirnos en mercancía que consume mercancías. La moral no es ya qué se piensa o se hace, sino cuánto se tiene, se gasta y en qué. A nadie le interesa ya el para qué de todo esto de tener, acumular y gastar; simplemente se practica.

Por cierto, todos los moldes se rompieron fueron reemplazados por otros; la gente fue liberada de sus viejas celdas sólo para ser censurada y reprendida si no lograba situarse – por medio de un esfuerzo dedicado, continuo y de por vida – en los nichos confeccionados por el nuevo orden (…) (Bauman, 2005:13).

Las nuevas formas de la interacción al igual que la reconcepción del Estado, son ya condicionadas por las presiones de los crecientes y frecuentes desplazamientos y reagrupamientos de quienes dominan con el dinero. Abiertamente se ha desterrado el ágora con la fuerza del “ágora fobia” y la plaza como espacio público se clausura para el debate social. En más de un sentido la sociedad no es tan participativa según lo que puede observarse en asuntos como la falta de interés en crear una fuerza de opinión y acción en temas políticos, ambientales, o ante el poderío de las televisoras, por ejemplo. Quienes van a las reuniones, marchan y colaboran activamente por el cambio total del sistema, representan una parte que todavía no alcanza a ser visible a pesar de su gran movilidad y el discurso que ha mantenido y en el cual se manifiestan los verdaderos problemas y urgencias que aquejan a la sociedad mexicana. Habrá que investigar más acerca de las causas como constantes antropológicas que inciden en esta condición de exclusión como limitante de la libertad de expresión.

Sorprende más que ninguna otra cosa, el ensimismamiento social de los grupos reducidos a ver el espectáculo detrás de las barreras que fijan y amarran la superestructura del control político y social que operan los dominantes. La exclusión ciudadana de los debates que deberían ser públicos y presentar además las diferentes interpretaciones de los asuntos, de las preocupaciones o de los hechos, se limita a ser una confabulación atrabiliaria y mediática que sugiere cierta participación de sectores bajo la controvertida figura de “consulta publica”. El espacio público cedió el lugar al mercado y sus métodos de síntesis conceptuales figuran bajo un plan homogéneo de integración regulada por la visión hegemónica de los ámbitos financieros.

Los arcana imperi contemporáneos tienen que ver con el distanciamiento técnico de una política que ya no es gestión común, con las realidades construidas desde las versiones o las imposiciones, con las brechas informativas que hacen que los pobres sean también quienes están provistos de información, sometidos muchas veces a una modernización acelerada y traumática que los excluye del espacio público como espacio de aparición y como herencia institucional (...) Con frecuencia la intermediación llevada a cabo por los medios, el papel de voceros que cumplen en sociedades civiles debilitadas, llega a cooptar estas relaciones directas, difuminando al ciudadano, ganando para sí institucionalidad y poder. (Martín Barbero, 1999: 71).

La metáfora de la apertura democrática de la plaza se asocia a la posibilidad de comunicar y ser escuchados, así como el conocimiento amplio y el respeto a las reglas del juego, “a la tensión entre la palabra de la mayoría y las propuestas que hacen circular las minorías” (Martín Barbero) a la apertura como elemento constitutivo de un crisol de voluntades que participan de la decisión final que impulsa o detiene los proyectos. Consensos que en medio de la conflictividad del disenso no excluyen la posibilidad de que a los ciudadanos, afectados por ciertas decisiones tomadas desde las cúpulas, se les reconsideren sus posturas y juicios. Tomar en serio a los damnificados, afectados, subordinados, inconformes y en cierta forma invisibles, va más allá de dejarles participar en los diálogos. Es la manera en que se les incluye en el arbitraje mismo de los dispositivos que aseguran que los intereses de los participantes entren en juego en equidad de reglas, lo cual significa cuestionar y rectificar a fondo la dinámica mayoritaria como regla única de toma de decisiones.

Se garantiza así el respeto a las minorías, la defensa de derechos básicos, al igual que hacia posiciones de resistencia o desobediencia civil u objeción de conciencia.

Los medios de comunicación, sobretodo la televisión, no siempre participan en esta apertura; si bien al contrario; exhiben el montaje acordado entre las elites de control que no es otra cosa sino el factor de cohesión bajo el dictado de la ley del costo-beneficio.

Con frecuencia los medios suelen estandarizar la opinión homogeneizándola a partir de la sacralización de los énfasis mayoritarios que fabrican o con generalizaciones al desgaire (el público mediático como una ilusión escenográfica que ratifica posiciones generalizadas) o con encuestas y sondeos que se acogen sin mayores críticas o análisis. (…) la sociedad amenaza con el aislamiento y la exclusión a los individuos que se desvían del consenso; por eso las opiniones que reciben mayor apoyo explícito llegan a dominar la escena pública. Así no solamente quedan temas por fuera de la deliberación social facilitada por los medios sino que también se diluyen las variaciones posibles de sus interpretaciones en juego. La plaza en vez de reconocerse en su apertura se cierra en su ensimismamiento (Martín Barbero, 1999: 71).

La otra vertiente en la que se proyecta la participación ciudadana tiene que ver con la merma representativa del Estado. Vueltas a merced de los dictados de la economía, las instituciones naufragan entre el abandono burocrático y las ambiciones desmedidas de las elites empresariales. Poco le queda ya al Estado del viejo molde con el que se permitía el control político sobre los grupos encasillados en antiguas formas filiales o corporativas que le servían de fortaleza como centro rector de la actividad social. Las figuras y el fondo que las conservaba, fueron literalmente barridas por los embates transnacionales que hacen sucumbir hasta las más arraigadas inercias clientelares de la democracia ficticia o simulada, con la que se arropa el sistema.

Por todo esto, el proceso de “extinción” de los Estados nacionales que está en curso se encuentra rodeado por una aureola de catástrofe natural. No se comprenden plenamente sus causas; aunque se las conoce, no se pueden prever con exactitud, aunque se las prevea, de ninguna manera se pueden impedir (...) A lo largo de la era moderna nos habituamos a la idea de que el orden equivale a “ejercer el control” (...) (Bauman, 2004: 77).

Ante esta nueva realidad, los grupos asumen estrategias como para el reposicionamiento dentro de un sistema generado a partir de estados nacionales en el que los actores se lancen a luchar palmo a palmo por el espacio y la riqueza. En este sentido, todavía nos quedan grandes extensiones geográficas, cuencas hidráulicas y elementos del subsuelo que alguien seguramente contabiliza para expropiar y vender.

Los gobiernos estatales, antes ejecutores eficaces de esta estrategia, ahora se convierten en sus víctimas. La conducta de los “mercados” –sobretodo, las finanzas mundiales- es la fuente principal de sorpresas e incertidumbre. Por ello, no es difícil comprender que el reemplazo de los “Estados débiles” territoriales por algún tipo de poder legislativo y de policía global sería perjudicial para los intereses de los “mercados mundiales”. Así, es fácil sospechar que, lejos de buscar fines opuestos y estar en guerra la una con la otra, la fragmentación política y la globalización económica son aliadas estrechas y conspiran juntas (Bauman, 2004:93).

En tanto se instala una solapada ley de la selva en el ámbito social y continúa el derrumbe del Estado como defensor de derechos y mediador de injusticias privadas, existe un ámbito formal que no es tan vulnerable: Los medios de comunicación y sobretodo la televisión, como escenarios donde el poder juega sus cartas como juegos de simulación y entretenimiento procurando que nada entorpezca el desarrollo de los negocios.

Toda dictadura y todo imperio, todo capitalismo, debe utilizar para su legitimación y consenso el acceso a los medios. Hoy, la gente ha de buscar por los mismos canales las posibilidades de la mediación que a nivel discursivo es tan simple como la defensa del hombre ante el poder, la categoría superior de la víctima ante el verdugo y la verdad como liberadora de todas las tiranías reales y morales, lo cual nos instala en una elevada y legítima defensa de la libertad de expresión.

Por ello el gran juego, la gran apuesta se encuentra en el control de los medios de comunicación, porque es allí donde es necesario aplicarse para ser tomado en cuenta.

La visibilidad de actores sociales es mucho más que una digna repartición de puntos de vista. Es la misma esencia de la posibilidad de que nuestra incipiente democracia no derive, sigilosamente, hacia la simulación completa y un retorno a la barbarie.

Los medios, como lo hemos visto, no están del lado de la gente. Por esa razón también ha crecido la participación ciudadana en las plazas y calles cada vez que se activa la movilidad ideológica u otros mecanismos que la sacan de su rutina cotidiana para manifestarse; se sienten aislados, no vistos ni escuchados. En estos niveles de disenso contra el consenso dominante, la ausencia de medios partícipes, críticos, solidarios, es lamentablemente notoria, la mediación se circunscribe a los casi heroicos medios alternativos y con muy escasas excepciones a medios masivos de mayor fuerza económica.

Ya nos hemos acostumbrado en México a que los grandes movimientos sociales que se han gestado en los últimos años, cuentan con mayor cobertura y difusión gracias al trabajo realizado por medios extranjeros, principalmente de Europa, como sucedió con el EZLN.

CNN es una red cuya línea editorial dio visibilidad a las multitudinarias asambleas en el Zócalo de la ciudad de México que se organizan a partir del conflicto pos electoral del 2006 y la creciente inconformidad ciudadana ante el régimen, las cuales por consigna o costumbre, o por la costumbre de la consigna, no existen para los que tienen el mando de Televisa y TV Azteca o si acaso se les da a éstas la categoría de “visibilidad condicionada”, con pasaporte a la estigmatización que es como la congeladora, el Gulag de las televisoras.

El meollo aquí radica en que desde esta supuesta “mazmorra” mediática la gente ya se ve más que antes. Desde ahí es posible también decir a la hegemonía que probablemente una de las señales de que los guiones han cambiado es precisamente esa irrupción a la escena, ese nuevo abordaje de actores que pudieran revertir las inercias.

Son entidades sociales que se mueven en distintas direcciones llevando material de soporte y otros que indican que los planes tendrán obstáculos serios para los dominadores: las otrora muchedumbres alienadas se han vuelto ciudadanos organizados en grupos que reciben nombres como asociaciones por la ecología, la transparencia, la no violencia, la libertad sexual y muchas más que claman por libertades y derechos acotados o francamente coartados por los desequilibrios y las grandes contradicciones de la modernidad y otros que ya perduran desde atrás. Y será importante igualmente ayudar a los dominados para cambiar la dinámica y buscar la manera de ser y pensar para los medios; aprender cómo enfrentarlos y transformarlos a partir de la propia transformación: Si no son modificadas previamente las estructuras, difícilmente se podrá modificar algo en los medios. El cambio social sería el principio del cambio mediático. Los reclamos ya rebasan la agenda de la discusión sobre estas transformaciones bajo la presión ciudadana de acceso a la información y el derecho a la visibilidad social a través de los medios de comunicación. Están presentes los impactos de la apertura del mercado, las alternativas multimedia van en pleno despegue y cada día los ciudadanos se familiarizan más con nuevas formas de estar informados y participan en mayor número en los debates y movilizaciones que resultan cada vez más multitudinarias y elocuentes. La hipotética democratización de la televisión y los medios en general para facilitar o amplificar la libertad de expresión en debates y foros ciudadanos, es un asunto de varios factores donde entran en juego no tan sólo las empresas, el estado y las audiencias, sino que confluyen también las universidades y los observatorios de medios, como agencias de producción de sentido. “Se trata de recuperar el espacio mediático como un territorio público, en donde la comunicación juega un papel fundamental como estrategia liberadora, culturalizadora, promotora de una nueva convivencia social y política”. (Villamil, 2001: 44)

El problema no es únicamente de propiedad (de los medios) y de acceso equitativo en la definición de contenidos o de programación. Cuando analizamos las reformas que con frecuencia se realizan en los medios públicos en América Latina, podemos apreciar que las
modificaciones tienen lugar prioritariamente en el nivel de la
programación, esto es, de los porcentajes o “barras” destinadas a
educación, ecología, tradiciones y entretenimiento, entre otros. Pero,
con frecuencia, también en ese tipo de medios se reproducen lógicas de
fortalecimiento de grandes productores de la denominada “televisión cultural o educativa. La clave se encuentra en la construcción de una ciudadanía integrada por sujetos sociales decididos a tener acceso a la información como garantía del avance democrático. Formados y educados para la libertad y para ejercer un uso integral, sustancial y visionario del poder de la televisión (Cervantes: 2005-11-23).

Las tensiones sociales que se viven como consecuencia de cambios tecnológicos y otras generadas por la sobreexplotación de recursos y demás factores, ponen a prueba la capacidad de los grupos que salen en defensa de los espacios y bienes públicos, como derechos inalienables que se ven amenazados por el nuevo des- orden mundial. Los medios de comunicación también son situados en el juicio de los ciudadanos que en mayor número se prestan a participar en las acciones contestatarias al sistema político y económico dominante. Crece, indudablemente, la desconfianza hacia los medios en una medida proporcional al grado en que éstos se pliegan al discurso oficialista del gobierno en turno. Por más que traten éstos de “diversificar” programaciones, su pluralidad no va más allá de los linderos que no incomoden al o los máximos poderes que tienen bajo control al gobierno de la República.

Dependen de la credibilidad pero también de la nómina presupuestal. La disyuntiva ante la que se encuentran es precisamente mantener sus niveles de audiencia y por tanto su influencia en la vida social. Las vetas que explotan comercialmente consisten precisamente en la enorme presencia que tienen entre todos nosotros. Les tenemos tan próximos que pueden presumir y demostrar que son ellos quienes finalmente nos poseen. No obstante, se extiende cada vez con mayor receptividad y filiación, la población crítica que busca opciones mediáticas más identificadas con las causas populares.

El efecto liberador que experimenta la sociedad respecto de estos medios posesivos es evidente en formas que si bien tienen gran sustentación analítica, muchas veces no alcanzan a pasar las barreras subjetivas de la retórica. No se ven realmente acciones organizadas que pudieran influir a un cambio mediático en el mediano plazo, sin embargo, los movimientos civiles se muestran más participativos y seguramente de ellos surgirán las nuevas propuestas y dinámicas que permitan que los beneficios de la comunicación se multipliquen geográficamente y sobretodo logren fortalecer los puentes de la congruencia, la democracia, la justicia y los derechos humanos, entre otros valores sustanciales que hacen posible la dinámica de crecer digna y equilibradamente en todos los órdenes humanos necesarios y posibles.

bliografía:

Barbero Jesús Martín, (2002) “Oficio de Cartógrafo: travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura”. FCE, Chile. P.72

Barbero y G. Rey, (1999) “Imágenes y política” en “Los ejercicios del ver”. Gedisa. Barcelona. Pp. 69.

Bauman Zygmunt (2004) “La globalización Consecuencias Humanas”. FCE, México. p.97

Bauman Zygmunt, (2005) “ Modernidad Líquida”. Grafinox, S.A. FCE, Argentina, P. 13.

Cervantes Cecilia, (2005) “El estudio de los productores de noticias: desarrollo internacional y avances de investigación en México” En José Carlos Rendón.La comunicación en México. Diagnóstico, balances y retos. p.24

Villamil Jenaro( 2001) “El poder del Raiting, de la sociedad política a la sociedad mediática”, p.26 (2001) Plaza y Janés, México.