Gobierno usurpado por delincuentes. Se escucha fuerte, sin embargo los tiempos requieren que se digan las cosas por su nombre. México es gobernado por un ladrón y corrupto personaje que ha dejado huellas de su dudoso pasado: “haiga sido como haiga sido” es su lema favorito. Junto a él se instalaron en el gabinete otros más que cierran el círculo para continuar saqueando al país.
Seguros de contar con la protección de las fuerzas armadas mexicanas y gringas, además de los medios de comunicación vendidos o aliados, se han lanzado para entregar a las empresas extranjeras el mayor bien que tiene el pueblo de México que son los recursos energéticos, principalmente el petróleo.
Están comprobados y documentados los contratos que se realizaron a partir del 2000 para beneficiar a las empresas del cómplice de Felipe Calderón, que ahora es el secretario de gobernación a pesar de su nacionalidad española. Cuando el presidente espurio era secretario de energía hizo mancuerna con su hoy ministro. Este par de pillos cometieron varios ilícitos de los cuales se darán a conocer más detalles en los próximos días de acuerdo a lo que vimos en una entrevista que le hizo hoy Carmen Aristegui al presidente Andrés Manuel López Obrador en CNN. Es decir, actuaron como funcionarios y empresarios beneficiando sus empresas con el erario. Práctica bastante común entre los políticos de baja calaña como uno que cobra en el gobierno de Jalisco y vende sopa de dudosa calidad, tal como es su moral.
La corrupción en nuestro país ha alcanzado niveles inéditos en esta desafortunada etapa donde un grupúsculo de facinerosos roban el futuro de los mexicanos. Tratan de apropiarse los recursos estratégicos, además de las materias primas y otros bienes que le arrebataron al pueblo, como las más de mil empresas privatizadas, sin que se haya visto beneficio alguno, como el caso del ferrocarril. Cada día se palpa más pobreza y deterioro en todos los órdenes de la sociedad y de la naturaleza. La nación desde hace veinticinco años retrocede en cuanto a la calidad de vida que puede brindar a los ciudadanos. Ya el mundo voltea hacia México con preocupación por lo que pudiera venirse. EU entró en la etapa recesiva y la tensión social se manifiesta en distintos focos en tanto los grupos violentos manchan de sangre todos los días que transcurren.
Será muy difícil aguantar cinco años mientras la mafia acaba con México. Es importante la unión ciudadana para exigir la destitución de este gabinete conformado por enemigos. Manifestemos nuestro rechazo a que entreguen a particulares la principal fuente de ingresos del país.
Ojala que los sensibles oídos y corazones de los militares patriotas, que sí los hay, conformen un cuerpo que asuma el mando en lo que se convoca a una nueva elección o se reconozca el resultado del 2006, que sin duda favoreció al presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador.
Todo ello para evitar un derramamiento de sangre que pudiera ser una verdadera fatalidad para las familias.
El movimiento de resistencia civil es totalmente pacífico, sin embargo ya no es posible permanecer en espera de una elección limpia para cambiar el infortunio que han acarreado quienes se dicen representantes de los intereses de los mexicanos y en realidad son cínicos traficantes del poder para ellos mismos.
Llegó la ora de echarlos fuera antes de que acaben con lo que se conserva para el pueblo que son sus recursos naturales, hoy fatalmente comprometidos por la misma causa: la ambición sin freno y la ausencia de escrúpulos que distingue al presidente y quienes le ordenan y secundan.
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