Tuve una semana vertiginosa. En seis días cancelaron el programa y lo volvieron a instalar.
Fue tal la respuesta de los amigos y colegas que de inmediato hubo una rectificación en la empresa y seguiremos en el aire.
Según se ha logrado esclarecer el asunto, hubo por ahí algún mando medio que decidió retirarnos, sin notificación previa, simplemente negando el acceso a la cabina para el próximo sábado, es decir, mañana. Así me lo hicieron saber al terminar la transmisión de la semana pasada.
Hablé con la secretaria del director general para conseguir una cita con su jefe y me informó que se encontraría en Monterrey, asistiendo a una reunión nacional y de ahí pasaría a la ciudad de México y quizá hasta el próximo viernes me recibiría, siempre y cuando su atareada agenda lo permitiera. Comprendo la enorme responsabilidad y carga de trabajo del señor Enrique Pereda, es muy difícil distraer tiempo de personas tan ocupadas.
Los días pasaban y decidí enviar el correo donde avisaba a todos mis amigos de la cancelación., resignado a no transmitir más el programa. En cuestión de minutos comenzaron a llegar a mi correo los mensajes de solidaridad y apoyo de las amistades y compañeros de ideas y luchas.
Entre las respuestas que rebosaban afecto llegó la de Mario Bustos, el productor que inició el programa antes de ofrecerme la conducción, hace aproximadamente diez años. Conocedor de los medios y amigo personal, hizo unas llamadas a la compañía donde respetan su calidad de productor y empresario. Defendió nuestra causa que es la democracia en los medios de comunicación y me trajo en cuestión de horas la respuesta favorable para continuar con A Ciencia Cierta.
Es esperanzador saber que entre nosotros hay gente sensible que a pesar de tener una posición de éxito profesional y respaldo económico, reconoce que muchos otros no tienen la misma fortuna, siendo gente honesta, y que merecen todo el apoyo posible que se le pueda brindar. Además, están conscientes de que las desigualdades no auguran buen futuro a la sociedad.
La comunicación juega un papel muy importante en la lucha por la libertad y justicia entre los ciudadanos.
De ahí que la exijan y seamos los comunicadores los indicados para hacer ese servicio a la comunidad. Entregar mensajes honestos. Privilegiar la crítica y la verdad. Defender los espacios para que se abra paso la comunicación.
Estoy muy contento de haber recibido tanta calidez y afecto. Comparo lo sucedido con esos momentos en que los aviones entran en turbulencias y nubosidades que no dejan ver nada y sacuden la nave. Nos hacen sudar con buenas dosis de adrenalina hasta que todo vuelve a la normalidad. Sudé y me desvelé pensando en lo qué seguía. Me preparaba mentalmente para continuar el diálogo con la audiencia y con la gente que se hace contacto. Estaba triste, la verdad, porque el radio es un instrumento fantástico que une voluntades e imaginaciones distantes en tiempo real. Es la posibilidad de dialogar y pensar entrelazados por ondas magnéticas y por la afinidad en las ideas. De pronto, llegó ese correo de Mario donde me da la buena noticia y mañana vamos al aire. Seguiremos en la trinchera. La comunicación no se detuvo, ganó.
1 comentario:
Felicidades por recuperar tu programa Carlos, que bueno que tal señor te ayudara a lograrlo. Ahora, tu compromiso es ser más combativo que nunca. Saludos
Miguel
Publicar un comentario