martes, 4 de diciembre de 2007

La gran jugada del sur

Las frecuentes llamadas y entrevistas entre los presidentes de Cuba y Venezuela; los encuentros que durante horas sostuvieron ambos mandatarios, no fueron en vano. Se trazó un plan minuciosamente revisado por la clara inteligencia y amplia experiencia de Castro y de quien se erige como un heredero del liderazgo regional de los Estados socialistas. Por tanto, era de esperarse que no fallara y así fue; Chávez regaló la onceava elección a sus oponentes, conservando diez triunfos y preparándose para seguir hasta el 2012, llevando a cabo incólume su programa de gobierno.
Seguramente se aplicará a fondo con una gobernanza menos incomodada por los contrarios, en tanto éstos ponen en marcha sus planes para las próximas elecciones, cuidándose, en lo posible, de no incurrir en acciones que desacrediten el movimiento antichavista.
Los días previos al plebiscito se estaban tornando más que difíciles para el régimen y se abrió una válvula de escape que distiende y ayuda a continuar con los proyectos.
Él líder venezolano la llamó “victoria pírrica”, utilizando la vieja comparación de aquél difícil triunfo de Pirro, el rey de Epiro, sin embargo, no se refería en sí al desgaste de los que estuvieron a favor del No, si no a sus propias fuerzas que mantiene intactas. Ahora se le percibe más seguro y democrático, por lo que cualquier movilización en su contra será vista ante el mundo como una afrenta, una maniobra sucia del capitalismo.
La tranquilidad y las palabras con las que el presidente venezolano ha reconocido el triunfo de sus adversarios y los conmina a que “sepan administrar su victoria”, me hace pensar en un extraordinario y temerario plan preconcebido con meses de antelación, por parte de los dos líderes más importantes del socialismo latinoamericano.
No estuvo en juego la presidencia de la república, sin embargo, lo que fue sometido a consulta no es poca cosa al tratarse de una propuesta de cambios que en más de un sentido transformarían las relaciones entre el Estado y los grupos identificados como parte de la libre empresa, entre otros.
Estos ya no estarían tan desligados de las regulaciones a la usanza neoliberal, si no que tenderían a convertirse en empresas constitutivas de una nación socialista con características del siglo XXI, como el uso de alta tecnología y relaciones comerciales intensificadas con el resto del mundo, buscando en todo ello el benefico del pueblo venezolano.
Se evitarían los monopolios al tiempo en que se daría impulso a la industria nacional a través de contratos con el gobierno y los países que se constituyen como ALBA y con el resto de naciones con las que se tienen relaciones comerciales o de otro tipo de intercambios.
Es un verdadero triunfo el que acaba de obtener Hugo Chávez al conseguir un porcentaje tan elevado de votos a favor de su propuesta, (en medio de un gran abstencionismo) pese al temor que todavía crea en los imaginarios del mundo cualquier salto hacia el socialismo.
Lo que ocurre hoy en Venezuela nos demuestra la enorme fuerza que tienen las ideas socialistas en Latinoamérica. Un número importante de personas apuestan por gobiernos con estas características, aún en los términos radicales que suelen acompañar a los movimientos revolucionarios.
Esto puede guardar muchos enfrentamientos aún, sin embargo, la democracia toma figura y es una realidad en estos casos como el que nos acaba de ofrecer el pueblo y gobierno venezolano.
Si se hubiera impuesto el Si a favor de la reforma, quizá los disturbios a esta hora fueran ya incontrolables sin el uso de la fuerza. De ahí a la desestabilización total no hay un trecho muy amplio.
El referéndum y la propuesta salieron de la manga de un líder que aprende muy bien las lecciones de un veterano del cual casi puedo ver cómo nos guiña un ojo desde su cálida isla.
Así, mientras unos celebran victorias, si no pírricas, cuando menos calculadas y previstas por los estrategas que derrotaron, el que continúa en el mando se dispone a seguir con el plan, después de tomarse un respiro y algunos mojitos, de seguro.

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