¿Quiénes integran los partidos y los órganos de gobierno?
Pues si nos vamos a fondo la verdadera causa del desastre tan ampliamente referido somos los ciudadanos. Los partidos no son operados por robots, aliens u otra clase de individuos, sino por mexicanos de carne y hueso, que además son tapatíos o jaliscienses por adopción o nacimiento, en el caso que nos ocupa, o sea, el ámbito local.
¿Es totalmente inocente ese ciudadano tan disputado, defendido retóricamente hasta la apoteosis, por los políticos de todas las pintas? ¿Se puede defender a capa y espada su rectitud, su calidad de ciudadano?
Volteo al rededor y veo barbarie en lugar de ciudadanía. ¿Puede alguien cuya conducta antisocial lo caracteriza, exigir algo de los demás, en este caso de los gobernantes o representantes, que finalmente están hechos de lo mismo?
La indiferencia de la gente, ¿merece que se le dedique tanto en su defensa, como si en verdad estuviera siquiera enterada de la realidad social en los rubros más importantes?
¿Cuál es la materia prima que surte a los partidos, acaso son extranjeros?
Se trata de sujetos de aquí mismo, por tanto esa gente es la que forma el personal de los partidos, de la administración pública, iniciativa privada y toda la sociedad. No entiendo por qué se espera que, viniendo del mismo caldo de cultivo, quienes ascienden a algún cargo han de comportarse de manera distinta a lo que esencialmente son. ¿Tienen la culpa las insignias o símbolos partidistas o membretes oficiales de la crisis en todos los órdenes de la sociedad?
El egoísmo, la autocomplacencia, la falta de ética y compromiso, la búsqueda continua de formas para eludir responsabilidades ¿son solamente vicios de las organizaciones políticas y de sus componentes? ¿Se trata de defectos exclusivos de los que se dedican a la política o igual se manifiestan en un gran número de ciudadanos que tal vez sean mayoría, como los abstencionistas en las votaciones próximas?
Caray, es muy buen desahogo ir contra las siglas, pero ¿quién se ocupa de los que viven del fraude o de la explotación de menores o mujeres, de los miles de “machos” que tienen infiernos particulares en sus propios hogares, de los comerciantes abusivos, de los profesionistas charlatanes, de los que tiran basura donde sea, de los que se roban los servicios, de los que molestan a los vecinos con su modo de vida ruidoso y cínico? ¿Los que van en el auto a 100 km en zonas céntricas o densamente pobladas, los que grafitean, los que joden a las víctimas más débiles, los que en lugar de generar fuentes de trabajo juegan su dinero en casinos, los que especulan, los que mienten, los que se meten en la fila, los que arrojan el automóvil para ir adelante?
Muchos exigen que pase la basura por su casa pero tienen su azotea y su mente como un muladar. ¿Quién se va a plantar árboles en su colonia o dedica unas horas a enseñar a adultos a leer, escribir o usar una computadora? ¿Somos solidarios, justos, democráticos, honestos, como para tener un orden social mejor? si lo fuéramos lo tendríamos, seguro.
El cambio social no va a llegar de arriba o del extranjero, sino que será a largo plazo y con nuevas instituciones formadas por la gente que se decida a tratar de ser, junto con los demás, mejores ciudadanos. ¿Cómo? Con escuelas, centros de enseñanza y cultura ciudadana.
Es posible que sea necesario organizar centros cívicos para integrar personas de toda edad en condiciones de pensar y aprender, con la finalidad de formar las primeras generaciones del cambio.
No es conveniente en ningún sentido esperar a que los poderosos consideren que llegó la hora de la justicia. Esto jamás sucederá. Igualmente es iluso pensar que a base de procesos electorales se logre colocar la gente idónea para llevar la conducción del país y mucho más inocente es pensar que las razones de los más necesitados van a ser una prioridad en el rumbo donde nos encontramos, a menos que se haga que lo sean por medio de una revolución armada, que finalmente estaría en riesgo de repetir los errores que se cometieron a partir de 1910.
2010 ya está próximo ¿Por cuál vía es más conveniente hacer la revolución? ¿Armas o razones y palabras? ¿Justicia y legalidad o violencia? Depende de lo que seamos en esencia: barbarie o ciudadanía. ¿Qué se impone en México según lo que vemos todos los días?
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