El PRD local tiene en la persona de Sonia Gutiérrez una candidata idónea para recuperar puntos en una votación que no le favorecerá e inclusive amenaza con dejarlo sin registro.
Sonia busca ser alcaldesa de Guadalajara por lo que si cuenta con el apoyo que puedan brindarle los compañeros, amigos e integrantes de grupos ciudadanos, tendrá una oportunidad clara de ser regidora y así ocupar el primer cargo en una trayectoria política que jamás planeó o imaginó emprender.
Llega a este sitio por sus méritos como seguidora y organizadora de grupos que acompañan moral y físicamente al presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador. El líder del movimiento social más importante de las últimas décadas sostiene que figurarán en las planillas de las próximas elecciones aquellos ciudadanos que no hayan sido algo semejante a políticos profesionales, porque igual pueden cambiar de camisa cuando así convenga a sus intereses personales.
Es un buen momento para probar la eficacia de impulsar candidatos que hicieron labor desde abajo y no están en la cima gracias a la influencia de alguien que los empujó o de plano los puso en el poder.
Será un gran avance para el país el hecho de que comenzaran a gobernar los ciudadanos que pertenecen al común de la gente, es decir, sin riquezas ostensibles, compromisos con grupos de poder, además con una trayectoria ajena a cualquier cuestión comprometedora en cuanto a cuestiones éticas, sin que se toque su vida privada. En pocas palabras, personas a quienes se les reconozca su conducta honesta.
Sería lamentable en verdad que el PRD jugara con los políticos que se abalanzaron sobre la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara, todos ellos conocidos y ninguno reconocido por algo a favor de la sociedad. Es como perder de antemano puesto que no les alcanzarán los votos duros que estarán más codiciados que nunca, por tanto se dividirían ocasionando con ello una resta importante para lo que requiere conseguir el partido en Jalisco.
Por la buena imagen que tiene en todos los aspectos, además del activismo tan notable y humanista que ha desarrollado, Sonia es, con mucho, una opción que tiene que cuidar con esmero y prudencia el grupo político que más influye localmente en el partido del sol azteca.
La apuesta inteligente sería por esta mamá y esposa, en lugar de volver a lo mismo: elementos de la camarilla que los posibles votantes perciben como ávidos de alcanzar la jugosa beca de los cargos públicos. Ya no le conviene esto a nadie, excepto a los que viven del erario.
Hay que apoyar a Sonia con una fuerza ciudadana que no pueda resistir la maquinaria que tiene los recursos pero no la visión de lo que necesita la democracia social en Jalisco.
Algo que es importante mencionar también es que se trata de la única participante que se mantiene en el grupo que trabaja por conseguir un proyecto alternativo de nación. Los demás obedecen al chuchismo y eso no promete nada bueno, al contrario: dar legitimidad al prianato y ya estuvo suave de estallar al país.
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