Como cantos de sirenas
/07/09/23
Imaginemos a un grupo de
competidores que corren en una pista en la que dos de ellos toman la delantera,
aunque uno va al frente con cierta distancia del que le sigue en el segundo
lugar. Cuando van cerca de la meta, este último al verse imposibilitado de
alcanzar el triunfo por la velocidad que lleva el puntero, ya sin la chance de
hacer un esfuerzo final decide echarse un clavado que pareciera una falta para descontrolar
al pelotón y quizá anular la carrera.
Eso intentó hacer Marcelo
Ebrard ayer; un día programado para dar a conocer el resultado de las encuestas
que finalmente no le favorecieron, ninguna de ellas, inclusive las que fueron levantadas
por la casa encuestadora propuesta por su equipo de colaboradores.
Sigamos sobre la pista:
el corredor salido de la competencia se levanta antes de que el ganador llegue
a la meta, luego, lanzando improperios pide a gritos que repitan la carrera.
Alega que desde el principio no fue legal, que hubo empujones, aparte de que al
competidor que lo rebasó -desde el arranque- le facilitaron zapatillas casi
hechas para volar con la pura marca, ya era favorito dijo. Otro también se
quejaba, no de lo mismo, sino de ser ignorado por el resto que no lo
consideraban del equipo, aunque el público le aplaudió siempre. Al final aceptó
el resultado, como los demás competidores, excepto el quejoso que se mostró,
según él, lastimado ilegalmente.
A pesar de esas incidencias
la gente celebró de pie el triunfo. En lugar de ganador hubo ganadora; la mujer
que en el siguiente maratón irá por la medalla de oro de la presidencia de
México, por decirlo igualmente con una metáfora.
Deseo que sirva esta
ficción para ilustrar la idea de algo parecido a una competencia en la que
basta estar en forma siempre, contar con mucho entrenamiento, además de un buen
entrenador y patrocinadores. Todo ello para dedicarse en cuerpo y alma a una
especialidad deportiva. Sólo que la política no es eso, sino un noble oficio,
como dijo Amlo hoy por la mañana, “como el oficio del carpintero o el del
albañil”, porque se requiere cultivar habilidades, talento, acumular
experiencia, entre otras cualidades en las que la magnanimidad es quizá la
principal de ellas.
¿Estaba estudiada esa
posibilidad de la derrota con anticipación y de allí derivó el comportamiento
exhibido a las afueras del WTC, por parte del ex canciller de la 4 T? Al
parecer si, hubo desde antes una ruptura respecto de la estructura que encabeza
Mario Delgado, a quien Ebrard llamó “cobarde” junto con “todos los que están
allí adentro”, comentó con enojo ante la prensa. Eso demuestra la fragilidad
con la que estuvo apuntalada la pretendida unidad del partido, quizá la
dirigencia deba dar explicaciones puntuales para no dejar ninguna duda sobre lo
acontecido esa tarde.
Si recordamos un poco, el
día que dio inicio el proceso, 17 de junio, hubo fricciones que involucraron a Claudia.
Al ingresar ella al recinto donde se llevó a cabo el registro de los
aspirantes, recibió insultos y abucheos de parte de esos sí acarreados, que
acompañaron tanto a Ebrard como a Monreal. Circuló un video en redes sociales que
permitió ver eso, lo mismo que a Claudia Sheinbaum hacer un airado reclamo a
Alfonso Durazo por permitir la entrada a las porras, “había un acuerdo”, se
escuchó perfectamente en el audio la voz de ella: “ya ni la chingan”. A un lado
estaba Gerardo Fernández Noroña, quién, días después, narró lo ocurrido ante
algún reportero o en sus propios programas por Internet, no recuerdo muy bien
este punto. Lo importante es resaltar que algo no estuvo bien con ellos hace
algún tiempo, no tengo idea desde cuándo o si acaso nunca hubo química entre
ambos, no es fácil saberlo, aunque sí puedo suponerlo por lo visto.
En febrero de este año,
durante una entrevista con Sabina Bergman, Marcelo comentó que “de ganar las
elecciones, Claudia Sheinbaum tendría un lugar en su gabinete”, habló de que no
existe animadversión hacia ninguno de los compañeros que en ese momento se
preparaban para contender. Marcelo
Ebrard asegura que Claudia Sheinbaum sería invitada a su gabinete
(debate.com.mx)
Ahora las cosas pintan al revés, es Claudia
quien haría dicha invitación. Sin embargo, el mismo Marcelo desvanece
anticipadamente la posibilidad al anunciar su retiro de Morena, aparte de que
lo hace en una forma que se presta como para incendios, “fuegos fatuos” con
horas de programas de entrevistas, mesas de opinadores contrarios al proyecto
del presidente con su gobierno. El ex aspirante morenista les da estopa y
gasolina para que prendan todo lo que quieran, sopla el viento que les favorece,
vamos a ver cuánto se apaga de esa lumbre con mañaneras.
Lamentablemente, Marcelo
Ebrard desde anoche deja de importar tanto a los que apoyan la 4 T. Quizá su
ego o alguien de sus más cercanos le hacen ver que cuenta con el capital
político y/o ciudadano, como para encabezar algo que sirva de contrapeso en la
próxima correlación de fuerzas que se configura: una candidatura independiente,
aguardar y formar una nueva corriente política-ciudadana, unirse a los
opositores, lo cual no cuadra con sus principios, me parece. Es una incógnita
lo que vaya a decir el lunes junto con la decisión de emprender acciones. Ha
citado a una asamblea general, vamos a ver cuál será el contingente que le
acompañe y con qué ánimo estarán allí, aparte del vuelo que ya dan los medios a
este entuerto, todos contratados o amarrados con la oposición.
La manera como se
desenvuelven estos hechos obliga a pensar en otras posibilidades más ocultas,
como pudiera ser un añejo plan de este político ya pactado con quienes hace
décadas estuvo acompañado, en específico gente tecnócrata cercana a Carlos
Salinas de Gortari. Para ese siniestro personaje quedaría en bandeja de plata
el cumplimiento de un compromiso. Cuando se juegan grandes acumulaciones de
poder político y económico siempre hay que pensar lo peor que pudiera ocurrir,
para tener ideas más claras de lo que en realidad acontece. ¿Puede ser el
último de los Chicago Boys? Algunas expresiones que capté por allí, en las
redes, fueron en ese sentido de sospecha. Él mismo está obligado a despejar
toda duda, tanto acerca de lo que se dice afectado, como de su verdadera
intensión hacia el 2024. ¿Comprometió con alguien la presidencia que Amlo
entregó al pueblo?
Es tan obcecada la
postura que asume que nos hace voltear hacia guaridas donde se agazapan las
fuerzas vivas de la reacción que pueden ser como cantos de sirenas.
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